martes, 2 de marzo de 2010

Breve nota de agradecimiento para Albany Aquino

Dicen algunos pensadores del hecho literario que el autor de una obra creativa no debe intervenir   — al margen de su texto operante en sí mismo como aparato impersonal y objetivado de producción de sentidos— en el proceso de aproximaciones interpretativas que se está efectuando entre el "producto semiótico" lanzado al "mercado" y los lectores y/o críticos que ponderan, consumen, degustan y evalúan dicha obra. 

Las apostillas del propio autor deben ser ofrecidas al lector quizá muy a posteriori para no distorsionar o diluir el carácter "prístino" que podría revestir el encuentro mágico entre una sensibilidad aguzada y una posible 'catástrofe' textual. 

En lo atinente a este punto tal vez Umberto Eco pudo en cierta ocasión apresurarse con sus famosas Apostillas a su novela El Nombre de la Rosa. No obstante, ahora hago el intento de seguirle los pasos 
al gran escritor italiano en este asunto de las acotaciones esclarecedoras del propio texto. Y con más razón ante la pertinencia y "vocación de exhaustividad" de un excelente escrito del poeta y abogado Albany Aquino, quien honra mis modestos esfuerzos con una inusual y generosa atención.





El muy interesante trabajo que dedica Albany Aquino al poema-ensayo-narración Cazador de Agua, toca tan sólo algunos aspectos de esa máquina textual, híbrida y deseante, que aspira a constituir en su dimensión real una escritura laberíntica próxima a lo que Umberto Eco denomina opera aperta.

Sin lugar a dudas las lúcidas apreciaciones de Albany resultan hermenéuticamente muy relevantes, pero no tocan, a pesar de su insistencia en que Cazador de Agua "lo dice todo" (aspiración ética sadiana y flaubertiana), la posibilidad de otras lecturas fuera de los planos antropolítico y/o tecno-hermético (ironizado, de hecho, por el intra-texto).


Cazador de Agua, además de permitir un enfoque político-social 'catastrofista', teológico-tecnofóbico y/o ludita, puede ser abordado   según dice aproximadamente el crítico peruano Pedro Granados y creo dice bien  , como una "arqueología del saber de corte neogótico antillano" (recordemos, salvando las distancias, el horror gótico sureño de Tennessee Williams y Truman Capote en E.U.A.) y como "conversación" filosófica postmoderna sobre el problema de la 'deconstrucción' de la universalidad humanística propia de la tradición metafísica, onto-teológica, de Occidente. Con este tipo de lectura se tornaría explícita la problemática del Posthumanismo considerado de un modo a-teológico, metacultural y est/ético. (Donna Haraway, Jacques Lacan, Gilles Deleuze, Marvin Minsky, John Searle, Tristram Engelhardt...)


El tema de las nuevas tecnologías y su vínculo con la sobrevivencia planetaria, es decir, el de la relación crítica entre tecnociencia, capitalismo e historia, es crucial en el texto Cazador de Agua. ¿Crisis definitiva del hombre y fin de la historia inmanente? ¿Advenimiento del Significado Trascendental Hipostasiado? ¿Apertura a un nuevo socius? En el contexto de estas preguntas, y nos parece también que de modo muy oportuno, Pedro Granados señala la dupla horror/humor como uno de los generadores del texto que comentamos.


La materialidad significante policéntrica de Cazador de Agua permite, en su carácter de archipiélago de bloques en "síntesis disyuntiva", metaficcional y mutante  — Deleuze, Cortázar, John Barth, Manuel Rueda (bloque pluralista) —  una aproximación psicoanalítica, freudo-lacaniana, y hasta un enfoque arquetípico junguiano, numerológico, pitagórico-musical, o basado en las neurociencias y en los avances de biotecnologías como la transgénica...


Por lo demás, la 'puesta en abismo' de las problemáticas relaciones existentes entre las oposiciones paradigmáticas cuerpo y mente, público/privado, tradición/invención, texto/contexto, mismidad/otredad, razón y locura  — la sinrazón o locura como vía de virtual conocimiento que escapa a la racionalidad cognitivo-instrumental —, se hace operante y funcional en series rizomáticas de 'temata' que, operando en el plano de inmanencia escritural (deleuziano y derrideano), exploran textualmente la llamada "punta loca del cogito" y atraviesan de parte a parte los ideologemas presentes en el texto Cazador de Agua. Ni "atractores extraños" ni golpes de dados jamás abolirán el azar... Exploración abisal en el ritmo-sentido.


Esta multiplicidad de posibilidades lecturales, verdaderamente pluralista, se tornará más explícita en el conjunto de los relatos y/o textos híbridos y mutantes que conformarán mi libro de próxima aparición: "Hipertextos de un Cazador", (título ya registrado, por cierto) en homenaje y alusión jocosa a "Relatos de un Cazador" del gran escritor ruso Ivan Turguenev.


En Cazador de Agua, el 'cyborg-texto híbrido', un dispositivo de enunciación micropolítico-textual y deseante basado en bloques o fragmentos, pretende instalar una voluntad meta-reflexiva sobre su propio proceso semiótico de producción y sobre el problema de la "literaturidad" como "infinitud potencial e intextualidad".


Las huellas de una cierta textualización experimental, lúdicamente asumida, pueden rastrearse en Cazador de Agua: Borges, Cortázar, Onetti, Beckett, Manuel Rueda, Burroughs, el grupo OULIPO y el grupo TelQuel, Pynchon, Vonnegut, Gibson, Dick, Lem y cierto postmodernismo norteamericano cyberpunk.... etc.


La puesta en abismo del texto mediante la recurrencia de puntos de vista meta-reflexivos, paragramáticos, polifónicos, citativos e intertextuales, pretende hacer de Cazador de Agua un ejemplo miniaturizado de carnavalización bajtiniana del horror y del "apocalipsis que ríe", en el sentido que confiere Julia Kristeva a "la escritura del odio" en el "Viaje al fin de la noche" y en "Muerte a crédito" de Louis-Ferdinand Céline. (Para mí, este último, el más grande escritor de Occidente desde Dante, Cervantes y William Shakespeare.)


A todo lo señalado habría que agregar  — como factor dionisíaco que inspiró al Otro en mí la articulación polifónica del texto en cuestión —, la potencia indomeñable y musical de 'una vida' (Deleuze). Sí, el insólito y lúdico torrente de la vida: ¡la vida compleja, monstruosa, irrisoria, tremenda, la vida una y diversa... inabarcable loca tenaz maravillosa imprevisible!...

¡Gracias, Albany Aquino!