ALGUNAS NOTAS RECIENTES DE LA AUTORÍA
DE ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO,
PUBLICADAS EN FACEBOOK (SEPTIEMBRE DE 2012)
Mas pienso también, fuera del ámbito pragmático inmediatista, que sería de gran importancia ahondar todavía más en el sistema causal complejo que impulsa al hombre globalizado al modo capitalista occidental, a intentar procurarse el “entusiasmo” ("enthousiasmos": "dios en nosotros", en su étimo griego), la mera evasión y/o cierta desinhibición y fortaleza para enfrentar la vida, apelando al uso no ritualizado, no terapéutico e indiscriminado de ciertas drogas psicotrópicas.
Estamos frente a un problema multicausal de envergadura antropológica, cuasi planetaria, que no se resuelve de inmediato y a fondo con políticas meramente represivo-policiales y administrativas.
Se requiere de una conciencia política y ecológica que confiera todo su valor a las luchas multidimensionales en defensa de la integridad y los genuinos intereses de las personas.
Necesitamos de una valoración, una praxis y una educación sistemáticas, articuladas de un modo multi, inter y transdisciplinario, para abordar con cierta eficacia el problema espinoso y multiforme que representa en nuestras sociedades el consumo masivo de sustancias psicoactivas prohibidas.
En nuestras sociedades está penalizado el consumo y el tráfico de dichas sustancias, sí, pero la propensión al uso de ellas es directa o indirectamente incrementada por los mismos valores descarnadamente competitivos, evasivos, destructivos e inhumanos que proponen con su práctica aquellos sectores de poder que dicen combatir el flagelo de la droga: violencia ciega, hedonismo, consumismo, cinismo, egoísmo sin límites, militarismo, autoritarismo, etc.
Creo que siempre resulta importante, además, identificar, desenmascarar políticamente a los "Janos Bifrontes" que funcionan en el contexto mismo de la supuesta lucha contra las drogas.
El sistema permite observar la paradoja de que muchas figuras e instancias de poder consideradas como “ética y técnicamente potables”, en la realidad de los hechos y por un efecto de suma vectorial de fuerzas bajo control de instancias opresivas de sobrecodificación socio-económica y política, refuerzan, con gran mala fe y ambigüedad en sus ejecutorias, la violencia sistémica que dicen combatir.
El problema de ciertas políticas anti-drogas consiste en que sólo perciben la punta del iceberg... y el resto degenera en agua de borrajas o en simple terapia individual y/o preventiva asistemática, sin pensamiento ni acción complejos para un problema complejo, mientras se deja en lo impensado la estructura profunda del conflicto.
No creo que la persecución policíaco-judicial del narcotráfico (necesaria pero no suficiente), la victimización, la “etiquetación” segregativa y/o la simple terapia para el consumidor de drogas (necesaria pero muy limitada), sean soluciones reales para un problema ligado profundamente a una crisis sistémica de valores familiares, políticos, económicos, sociales, éticos, religiosos, propia del mundo capitalista.
Se me dirá que por algún lado hay que empezar a trabajar y que cuál recurso de “sanación” yo propongo.
Respondería diciendo que la ayuda ético-terapéutica orientada a favor de quienes se encuentran prisioneros dentro del círculo vicioso del consumo de drogas, los adictos, es de gran importancia individual o grupal, pero que dicha asistencia sirve de muy poco para la solución del problema colectivo si no se hace acompañar por una consciencia crítica y un compromiso político de denuncia y transformación de las configuraciones inhumanas de este sistema capitalista salvaje, que genera en muchas personas la necesidad de evadirse de él o de insertarse en su misma estructura utilizando expedientes violentos, fallidos o imaginarios, esencialmente auto-destructivos.
Frente al “¡goza!” super-yoico promovido por el sistema capitalista, nuestra principal arma de combate es la auténtica solidaridad y las luchas que van a ella ligadas. Debemos tomar consciencia de que no estamos "obligados a gozar" en la forma programada por el mercado, y que es posible elegir "un no gozar" o "un gozar de otro modo". (Lacan, Miller, Zizek).
La promoción de valores orientados por una educación crítica, pluralista y dialógica, es de gran importancia para los sujetos en proceso de liberación. Estos valores pueden surgir en la trama de una cierta "pedagogía del oprimido" y "la convivencialidad" (P. Freire, I. Illich) contextualizada con relación al problema de las drogas.
Las estructuras capitalistas de dominio y su biopoder, conducen a una progresiva desimbolización patológica de la subjetividad en una intriga en la que los sujetos se ven reducidos a meros agentes de producción y consumo, a simples objetos del Capital Financiero, y donde el uso sintomático de las drogas psicoactivas surge como un intento fallido de reparación de daños psicosociales provocados en las personas por la naturaleza destructiva del mismo sistema en el que ellas operan.
La detección y el abordaje de los aspectos comportamentales y sintomáticos del consumidor de drogas tienen importancia en función del cartografiado que realicemos del campo patológico perverso, ezquizógeno (R. D. Laing), que se manifiesta en la promoción de valores hedonistas, consumistas, nihilistas, rivalizantes, individualistas y cínicos, como son los que caracterizan al sistema capitalista.
Esa delimitación, sociedad por sociedad (aunque sin perder jamás de vista la dimensión glocal del problema) permite precisar las modalidades de lucha de largo alcance contra el uso destructivo de las drogas y contra los poderes que a su favor las manipulan en perjuicio de las poblaciones.
Al afirmar lo anterior no niego, repito, la necesidad del abordaje clínico-terapéutico, caso por caso, ni tampoco la regulación legal y policial del problema en las modalidades que actualmente conocemos. Sencillamente deseo ponderar en su justa dimensión el hecho de reconocer que la fiebre no está en las sábanas…
Quizá, uno de los primeros pasos a dar en la solución de los múltiples problemas que plantea la droga —si tomamos en cuenta el costo social total en violencia bruta y difusa—, consista en una despenalización progresiva y racional de estas sustancias con la finalidad de evitar el mercado negro ligado a ellas, y la característica lucha sangrienta por la supremacía entre cárteles que dicho mercado ilegítimo comporta.
No debemos olvidar que del mercado negro de las drogas son beneficiarios, en un juego perverso de “double-bind”, muchos poderes y estamentos que hipócritamente dicen combatirlas.
Agosto de 2001
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
En este trastorno psicopatológico, parecido en cierto sentido al AMOK malayo por su furor homicida, el sujeto conflictualizado manifiesta una potencia psicótica asesina y auto-destrutiva que lo conduce a desplazarse vertiginosamente, galopando en un caballo de guerra y blandiendo un arma blanca, para atacar intempestiva y violentamente, sin descender de su montura, a grupos de personas de la aldea que le gritan: ¡Perro-loco! ¡Perro-loco!… Este ritual se repite varias veces, dejando en ocasiones varios muertos y heridos, hasta que alguien, si puede, desmonta de su furia al guerrero enloquecido, “lo apea”, “lo tumba”, lo derriba del caballo, y lo mata...
¡Qué complejo es el ser humano!... ¡Cuántos rostros y voces tiene la locura, la enfermedad mental! ¡Hasta el modo de enloquecer está condicionado culturalmente!
Dejando a un lado por el momento los deslindes y problemas correspondientes a razones de diagnóstico diferencial, metacultural o de matrices etno-simbólicas, nos preguntamos si en nuestras sociedades actuales podría encontrarse alguien que enloquezca eventualmente de un modo similar al de perro-loco, amok o windigo y que, armado de otra forma más peligrosa que la que representa un simple cuchillo, una lanza o un hacha, atraviese calles, ciudades, mares o grandes distancias para ejercer su potencia patológica de muerte y destrucción.
Como dijo una vez Armando Suárez: En la sociedad capitalista de nuestros días también enloquecemos y morimos de clase, es decir, en función de la posición que ocupamos en el contexto complejo donde se imbrican las relaciones de producción y las ideologías, entendidas como prácticas que inciden sobre la mente y el cuerpo de los sujetos...
Una manera aceptable de hacer innecesaria esta restricción sería ampliar la definición de caos para incluir fenómenos que son ligeramente aleatorios, siempre que su mayor aleatoriedad aparente no sea un subproducto de su leve y auténtica aleatoriedad. Es decir que los procesos del mundo real que aparentan comportarse aleatoriamente, quizá la hoja que cae o la bandera que ondea… deberían ser calificados de caos, siempre que puedan seguir pareciendo aleatorios aunque se eliminara de algún modo cualquier auténtica aleatoriedad." EDWARD N. LORENZ.
Me parece hasta cierto punto acertado lo que dijo a propósito del "haiku" (pero válido para todo poetizar y toda forma poética canonizada) el poeta y crítico dominicano Enrique Eusebio, cito:
"Yo prefiero apostar por una fórmula libre que le conceda a esta expresión las libertades que cada autor quiera: la literatura es el decir, no el esperar. Ningún poeta debe atarse a nada; al contrario, es mejor que rompa las formas y dé a través de las palabras, un propicio contenido nuevo, y una forma también."
Cierro la cita del poeta Eusebio.
Muchos “escribidores” todavía desconocen lo que es el poetizar como búsqueda y exploración de ritmos-sentidos; no tienen la más mínima noción de los problemas que plantea la “literaturidad”, y confunden el poema con la supuración emotiva de primer grado versificada en clave de sarcófago churrigueresco para damas cuya perspicacia se reduce a un simple y presumido monóculo falso.
El poema (se ha dicho hasta las náuseas), aunque ligado a lo social y a lo político, no se confunde con el politicismo sociologista ni con el pseudovitalismo lírico "existencializante", insípidamente concebidos para venderlos como gadgets en el Mercado rebañil del amor, en la Plaza de los tunantes, chaqueteros y engañabobos…
Otros versificadores menos dañinos, nos ofrecen chicharrones de Villa Mella al estilo escandinavo... Lo que no está del todo mal…
Aunque algunos perpetran su daño poético de muy buena fe, el poema auténtico es siempre otra cosa, otra cosa, otra cosa...
¿Poesía genuina? Existen múltiples, diversas vías para descubrirla. Por ejemplo, ésta: el gran Oliverio Girondo con su poema “El pentotal a qué”…
Ver enlace: http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=2078&p=Oliverio%20Girondo&t=El%20pentotal%20a%20qu%E9&o=Oliverio%20Girondo
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
El lenguaje se "inicia", en la ontogénesis del sujeto, como un juego de vocalizaciones intensivas puras, "musicales"; de oposiciones fonemáticas no semantizadas (J. Kristeva) en un nivel muy elemental de "simbolización" pre-verbal.
Lo anteriormente señalado no significa que la música propiamente dicha, considerada como "obra de arte y simbolización", exista en efecto desde la etapa "musical" del desarrollo lingüístico (etapa glosopoiética: sonoridades vocales posteriores al grito y anteriores a lo verbal), o que se pueda producir independientemente de un particular contexto cultural e histórico en el cual, eso que denominamos lenguaje lingüístico, (doblemente articulado) constituye siempre, de hecho, un factor decisivo, una condición “sine qua non” de acuerdo y productividad simbólico-social.
Ninguna subjetividad, fuera del contexto histórico-cultural correspondiente —definido por una lengua-cultura determinada—, puede producir una sonata, una sinfonía, un motete, un merengue, un vals, etc. basándose en una supuesta capacidad de creación estético-musical previa a la instalación del lenguaje articulado.
Para que un sujeto pueda producir música como obra de arte debe participar, como subjetividad social, de un vínculo estructural con la cultura y la historicidad que no sería posible sin la existencia del lenguaje articulado.
La notación musical misma tal como se conoce en Occidente, con su compleja autonomía relativa, no podría haber surgido, en su especificidad, fuera de su concreto ámbito humano, lingüístico, histórico y cultural.
Además, debemos resaltar el hecho de que una cosa es la 'musicalidad' del lenguaje constituyente y/o constituido, y otra, muy distinta, la capacidad semiótica específica que tiene la música para producir sentido, infrasentido, simbolismo, etc. —desde su particular apreciación de la foné o materialidad del sonido—, sin valerse, necesariamente y de forma directa, de los recursos lingüísticos.
Es pertinente repetir, no obstante, que si bien el sentido y el simbolismo generados por la música no son de naturaleza directamente verbal, entendemos que, en su condición trans-lingüística más que pre-lingüística, siempre se encuentran, como establece con pertinencia cierta semiología, en "una relación inevitable, fantasmática, indirecta y de recambio con el lenguaje articulado".
ECHOLALIA RAG
3
"When the gingerbread boy / did his morose errand / it was melting on the ground, / felt tubing on the floor, / like a good scare / isn't around anymore, / like even you knew it / coming on in your car, the sun / melted cheese over whiskey down: / Don't sneeze yet."
RAG DE LA ECOLALIA (Fragmento final)
3
"Cuando el niño de pan de jengibre / hizo su difícil recado / se derretía el suelo, / se sentían los tubos en el suelo, / como un buen susto / ya no hay más, / como si incluso tú lo supieras / viniendo en tu automóvil, el sol, / queso fundido sobre el whiskey: / no estornudes todavía."
Traducción al español para Colección Visor de Poesía: Dámaso López García. Madrid. 2006. Página 151
A JOHN ASHBERY SE LE ASOCIA CON LA MUSICA ALEATORIA E INDETERMINISTA DE JOHN CAGE Y HENRY COWELL. SE LE RELACIONA, ADEMÁS, CON LA PINTURA ABSTRACTA DE LA ESCUELA DE NEW YORK Y CON CIERTA VANGUARDIA LITERARIA FRANCESA DEL PASADO SIGLO XX EN LA QUE SE MENCIONAN A RAYMOND ROUSSEL Y A HENRI MICHAUX, ENTRE OTROS IMPORTANTES ESCRITORES.
WALLACE STEVENS, EL INMENSO POETA NORTEAMERICANO DEL SIGLO XX, CUYA POESÍA SE CONSIDERA SITUADA A LA ALTURA DE LA DE T. S. ELIOT, ES VALORADO COMO EL PRECURSOR MÁS IMPORTANTE DE JOHN ASHBERY.
A.A.B.
XI
CREENCIA EN DIOS Y VIOLENCIA INNOMBRADA
La creencia en Dios es un hecho de "admisión" situado más allá de lo demostrable, más allá del mero "asentimiento intelectual" (Xavier Zubiri). Si existe una discusión "bizantina" por excelencia es aquella que se demora en fraguar tesis y argumentos a favor o en contra de ciertos modos de concebir lo divino como Absoluto Trascendental.
Entiendo que lo más importante hoy en día no es saber si Dios —tal como se entiende en el ámbito abrahámico—, existe o no existe, sino más bien el descubrir en cada situación quién nos engaña y qué nos oprime, para luchar contra ello en un proceso de redescripción permanente de nuestra libertad.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
XII
SAMUEL BECKETT Y YO
Apreciado poeta León Félix Batista, dada la intensidad de la pasión con la que hablas sobre el tema, te percibo como todo un nostálgico especialista en Samuel Beckett, sin embargo, quizá no recuerdes que cuando pregunté en varias ocasiones (la moda de Internet todavía no había cobrado tanto cuerpo...) por la procedencia del fragmento que transcribiré al final de estas líneas, algunos de ustedes me hablaron hasta de José... Martí... ¡JaJaJa!
Por cierto, tengo un libro de casi doscientas páginas en 8 1/2 por 11 sobre la obra completa de Samuel Beckett (narrativa, teatro, poesía y ensayo) que me gustaría algún día publicar en la Editora Nacional bajo lectura y negociación previas... Se titula: "Samuel Beckett o la creación como catástrofe".
Mi texto sobre Beckett tuvo su origen en un ensayo que preparé en 1998 para la Casa de la Cultura de la UASD, sugerido por Basilio Belliard y Fernando Vargas Jiménez, y que he ampliado y actualizado considerablemente.
Tengo a mi disposición en mi biblioteca familiar las obras completas de Beckett y una extensa bibliografía sobre su obra, que va desde "Back to Beckett", de Ruby Cohn (Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1973); "Galería de Moribundos", de Francisco Pérez Navarro (Ediciones Grijalbo, Barcelona, 1976); "Beckett/Beckett", de Vivian Mercier (Oxford University Press, New York, 1977), hasta “The Beckett Country. Samuel Beckett’s Ireland.”, de Eoin O’ Brien (The Black Cat Press and Faber and Faber, London,1986); “Damned to Fame: The Life of Samuel Beckett, de James Knowlson ( Simon & Schuster Inc, New York, 1996) y “BECKETT Remembering. Remembering BECKETT” de James Knowlson and Elisabeth Knowlson. (Arcade Publishing. New York. 2006), entre otros muchos textos no menos importantes en los que se analiza la obra del gran irlandés desde perspectivas filosóficas, psicoanalíticas, semióticas, teológicas, estéticas, etc….
A Beckett lo leo-estudio y sufro-disfruto desde la primera mitad de la década de los setenta (antes de cumplir mis veinte años). Salvó mi vida –junto con Kafka– del absurdo retórico meramente padecido... Disculpa la extensión de mi entusiasmo.
Aquí va el fragmento de marras: “La isla, estoy en la isla, no he abandonado nunca la isla, pobre de mí. Creí entender que me pasaba la vida dando la vuelta al mundo, en espiral. Error. Donde no ceso de dar vueltas es en la isla. Lo único que conozco es la isla, nada más. Y tampoco la conozco, pues nunca tuve fuerzas para mirarla. Cuando llego a la orilla, me vuelvo hacia el interior.” Samuel Beckett. El Innombrable. Alianza Editorial, Madrid, 1971, página 80.
Lo curioso del caso es que Beckett, en el fragmento citado (este dato lo conocen muy pocos) parece referirse, además de Irlanda o cualquier otra isla, precisamente a la Isla de Santo Domingo, dividida en dos naciones, dos estados o dos jurisdicciones, como la Isla de Irlanda. En uno o dos lugares de "El Innombrable", el narrador menciona, de manera reverente y significativa, nada más y nada menos que a Toussaint Louverture:
"Pero esto lo olvidaré, en el calor de la miseria, olvidaré que ya no soy Worm, sino una especie de Toussaint Louverture de décima categoría..." El Innombrable. Alianza Editorial, Madrid, 1971, página 106
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
XIII
EL INNOMBRABLE. SAMUEL BECKETT
Breve fragmento de mi libro: "Samuel Beckett. La Creación como catástrofe"
"...alguien dice Se": instancia impersonal (Blanchot), nómada y pre-individual (Deleuze) que vive la experiencia problemática de la desterritorialización textual.
I
EL PROBLEMA DE LAS DROGAS
Creo en el valor de la empresa terapéutica y preventiva contra la drogadicción.
Mas pienso también, fuera del ámbito pragmático inmediatista, que sería de gran importancia ahondar todavía más en el sistema causal complejo que impulsa al hombre globalizado al modo capitalista occidental, a intentar procurarse el “entusiasmo” ("enthousiasmos": "dios en nosotros", en su étimo griego), la mera evasión y/o cierta desinhibición y fortaleza para enfrentar la vida, apelando al uso no ritualizado, no terapéutico e indiscriminado de ciertas drogas psicotrópicas.
Estamos frente a un problema multicausal de envergadura antropológica, cuasi planetaria, que no se resuelve de inmediato y a fondo con políticas meramente represivo-policiales y administrativas.
Se requiere de una conciencia política y ecológica que confiera todo su valor a las luchas multidimensionales en defensa de la integridad y los genuinos intereses de las personas.
Necesitamos de una valoración, una praxis y una educación sistemáticas, articuladas de un modo multi, inter y transdisciplinario, para abordar con cierta eficacia el problema espinoso y multiforme que representa en nuestras sociedades el consumo masivo de sustancias psicoactivas prohibidas.
En nuestras sociedades está penalizado el consumo y el tráfico de dichas sustancias, sí, pero la propensión al uso de ellas es directa o indirectamente incrementada por los mismos valores descarnadamente competitivos, evasivos, destructivos e inhumanos que proponen con su práctica aquellos sectores de poder que dicen combatir el flagelo de la droga: violencia ciega, hedonismo, consumismo, cinismo, egoísmo sin límites, militarismo, autoritarismo, etc.
Creo que siempre resulta importante, además, identificar, desenmascarar políticamente a los "Janos Bifrontes" que funcionan en el contexto mismo de la supuesta lucha contra las drogas.
El sistema permite observar la paradoja de que muchas figuras e instancias de poder consideradas como “ética y técnicamente potables”, en la realidad de los hechos y por un efecto de suma vectorial de fuerzas bajo control de instancias opresivas de sobrecodificación socio-económica y política, refuerzan, con gran mala fe y ambigüedad en sus ejecutorias, la violencia sistémica que dicen combatir.
El problema de ciertas políticas anti-drogas consiste en que sólo perciben la punta del iceberg... y el resto degenera en agua de borrajas o en simple terapia individual y/o preventiva asistemática, sin pensamiento ni acción complejos para un problema complejo, mientras se deja en lo impensado la estructura profunda del conflicto.
No creo que la persecución policíaco-judicial del narcotráfico (necesaria pero no suficiente), la victimización, la “etiquetación” segregativa y/o la simple terapia para el consumidor de drogas (necesaria pero muy limitada), sean soluciones reales para un problema ligado profundamente a una crisis sistémica de valores familiares, políticos, económicos, sociales, éticos, religiosos, propia del mundo capitalista.
Se me dirá que por algún lado hay que empezar a trabajar y que cuál recurso de “sanación” yo propongo.
Respondería diciendo que la ayuda ético-terapéutica orientada a favor de quienes se encuentran prisioneros dentro del círculo vicioso del consumo de drogas, los adictos, es de gran importancia individual o grupal, pero que dicha asistencia sirve de muy poco para la solución del problema colectivo si no se hace acompañar por una consciencia crítica y un compromiso político de denuncia y transformación de las configuraciones inhumanas de este sistema capitalista salvaje, que genera en muchas personas la necesidad de evadirse de él o de insertarse en su misma estructura utilizando expedientes violentos, fallidos o imaginarios, esencialmente auto-destructivos.
Frente al “¡goza!” super-yoico promovido por el sistema capitalista, nuestra principal arma de combate es la auténtica solidaridad y las luchas que van a ella ligadas. Debemos tomar consciencia de que no estamos "obligados a gozar" en la forma programada por el mercado, y que es posible elegir "un no gozar" o "un gozar de otro modo". (Lacan, Miller, Zizek).
La promoción de valores orientados por una educación crítica, pluralista y dialógica, es de gran importancia para los sujetos en proceso de liberación. Estos valores pueden surgir en la trama de una cierta "pedagogía del oprimido" y "la convivencialidad" (P. Freire, I. Illich) contextualizada con relación al problema de las drogas.
Las estructuras capitalistas de dominio y su biopoder, conducen a una progresiva desimbolización patológica de la subjetividad en una intriga en la que los sujetos se ven reducidos a meros agentes de producción y consumo, a simples objetos del Capital Financiero, y donde el uso sintomático de las drogas psicoactivas surge como un intento fallido de reparación de daños psicosociales provocados en las personas por la naturaleza destructiva del mismo sistema en el que ellas operan.
La detección y el abordaje de los aspectos comportamentales y sintomáticos del consumidor de drogas tienen importancia en función del cartografiado que realicemos del campo patológico perverso, ezquizógeno (R. D. Laing), que se manifiesta en la promoción de valores hedonistas, consumistas, nihilistas, rivalizantes, individualistas y cínicos, como son los que caracterizan al sistema capitalista.
Esa delimitación, sociedad por sociedad (aunque sin perder jamás de vista la dimensión glocal del problema) permite precisar las modalidades de lucha de largo alcance contra el uso destructivo de las drogas y contra los poderes que a su favor las manipulan en perjuicio de las poblaciones.
Al afirmar lo anterior no niego, repito, la necesidad del abordaje clínico-terapéutico, caso por caso, ni tampoco la regulación legal y policial del problema en las modalidades que actualmente conocemos. Sencillamente deseo ponderar en su justa dimensión el hecho de reconocer que la fiebre no está en las sábanas…
Quizá, uno de los primeros pasos a dar en la solución de los múltiples problemas que plantea la droga —si tomamos en cuenta el costo social total en violencia bruta y difusa—, consista en una despenalización progresiva y racional de estas sustancias con la finalidad de evitar el mercado negro ligado a ellas, y la característica lucha sangrienta por la supremacía entre cárteles que dicho mercado ilegítimo comporta.
No debemos olvidar que del mercado negro de las drogas son beneficiarios, en un juego perverso de “double-bind”, muchos poderes y estamentos que hipócritamente dicen combatirlas.
Agosto de 2001
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
II
Existen personas que ven como algo natural, caído del cielo exclusivamente para ellos, el privilegio de comer siempre con la cuchara grande sólo porque tienen la ambición grande.
III
¿PERRO-LOCO-QUE-QUIERE-MORIR? (Fragmento)
En su obra "Ensayos de etnopsiquiatría general" (Barral Editores, Barcelona, 1973, páginas 54 a 83), el gran psiquiatra y antropólogo húngaro Georges Devereux nos habla de una curiosa psicosis étnica padecida en ocasiones por algunos indios crow de las llanuras norteamericanas, conocida como síndrome de PERRO-LOCO-QUE-QUIERE-MORIR.
En este trastorno psicopatológico, parecido en cierto sentido al AMOK malayo por su furor homicida, el sujeto conflictualizado manifiesta una potencia psicótica asesina y auto-destrutiva que lo conduce a desplazarse vertiginosamente, galopando en un caballo de guerra y blandiendo un arma blanca, para atacar intempestiva y violentamente, sin descender de su montura, a grupos de personas de la aldea que le gritan: ¡Perro-loco! ¡Perro-loco!… Este ritual se repite varias veces, dejando en ocasiones varios muertos y heridos, hasta que alguien, si puede, desmonta de su furia al guerrero enloquecido, “lo apea”, “lo tumba”, lo derriba del caballo, y lo mata...
¡Qué complejo es el ser humano!... ¡Cuántos rostros y voces tiene la locura, la enfermedad mental! ¡Hasta el modo de enloquecer está condicionado culturalmente!
Dejando a un lado por el momento los deslindes y problemas correspondientes a razones de diagnóstico diferencial, metacultural o de matrices etno-simbólicas, nos preguntamos si en nuestras sociedades actuales podría encontrarse alguien que enloquezca eventualmente de un modo similar al de perro-loco, amok o windigo y que, armado de otra forma más peligrosa que la que representa un simple cuchillo, una lanza o un hacha, atraviese calles, ciudades, mares o grandes distancias para ejercer su potencia patológica de muerte y destrucción.
Como dijo una vez Armando Suárez: En la sociedad capitalista de nuestros días también enloquecemos y morimos de clase, es decir, en función de la posición que ocupamos en el contexto complejo donde se imbrican las relaciones de producción y las ideologías, entendidas como prácticas que inciden sobre la mente y el cuerpo de los sujetos...
Septiembre de 1985.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, Rep. Dominicana
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, Rep. Dominicana
IV
La sociedad dominicana, con su compleja convergencia de pre-modernidad viciada, modernidad bastarda o fallida y postmodernidad artificial de payasos presumidos, constituye, a la fecha, un peligroso caldo de cultivo para los más variados y perversos micro-machismos y micro-fascismos, avalados por los “politicismos” financieros de pega y relumbrón cautivos del Gran Capital.
Parfraseando a Julia Kristeva podríamos decir: Hacer pasar críticamente la pulsión de muerte al discurso, al poema, al texto, es la más sólida barrera simbólica contra el retorno imprevisto y tortuoso de los autoritarismos virulentos, de las más arcaicas y desvergonzadas micro y macro-violencias.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
Parfraseando a Julia Kristeva podríamos decir: Hacer pasar críticamente la pulsión de muerte al discurso, al poema, al texto, es la más sólida barrera simbólica contra el retorno imprevisto y tortuoso de los autoritarismos virulentos, de las más arcaicas y desvergonzadas micro y macro-violencias.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
V
CAOS y CAOS... CAOSMOS...
"Si el caos [determinista] consiste en cosas que no son de verdad aleatorias sino que sólo lo parecen, ¿debe excluir fenómenos familiares y cotidianos que presentan una pequeña aleatoriedad y restringirse a las abstracciones matemáticas? ¿Acaso una restricción semejante no disminuiría gravemente su significación universal?
Una manera aceptable de hacer innecesaria esta restricción sería ampliar la definición de caos para incluir fenómenos que son ligeramente aleatorios, siempre que su mayor aleatoriedad aparente no sea un subproducto de su leve y auténtica aleatoriedad. Es decir que los procesos del mundo real que aparentan comportarse aleatoriamente, quizá la hoja que cae o la bandera que ondea… deberían ser calificados de caos, siempre que puedan seguir pareciendo aleatorios aunque se eliminara de algún modo cualquier auténtica aleatoriedad." EDWARD N. LORENZ.
A diferencia del caos determinista, —predecible, calculable, regulado por atractores extraños—, existe el caos no determinista, estocástico, realmente aleatorio y radicalmente impredecible.
¿Surge el primero, cosmológica y microfísicamente sobre el telón de fondo de este último? ¿Es el caos una realidad ontológica, inerradicable (Popper) o meramente gnoseológico-contextual?
La realidad compleja (Morin) ¿es un entrelazamiento de lo caótico real imprevisible y lo determinista real programado y/o previsible: caosmos?...
¿El llamado “acontecimiento como singularidad” (Derrida), como advenimiento de lo absolutamente imprevisible, es pasible de hacerse realmente inteligible para un sistema de referencia dado?
¿Coincide este caos con la potencia generatriz del Afuera enigmático (Foucault, Deleuze), con un Real inabordable (Lacan)?
Por ejemplo, y para simplificar (¿complicar?): ¿Realmente fue imprevisto y no programado —para cierto campo de expectativas, para ciertos pretiles probabilísticos de confianza, de inteligencia, constituidos por las codificaciones militares, de seguridad, de lo que resultaba en ese contexto técnicamente “posible”, etc. etc.—, el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center? ¿Qué relación guarda este último evento con el Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende en Chile, efectuado también un 11 de septiembre?
¿Qué es lo imprevisible? ¿Desde qué punto de vista algo es imprevisible, realmente accidental y no predecible... si en efecto lo es?... ¿Algo lo es? ¿Para quién? ¿Para qué?
¿Surge el primero, cosmológica y microfísicamente sobre el telón de fondo de este último? ¿Es el caos una realidad ontológica, inerradicable (Popper) o meramente gnoseológico-contextual?
La realidad compleja (Morin) ¿es un entrelazamiento de lo caótico real imprevisible y lo determinista real programado y/o previsible: caosmos?...
¿El llamado “acontecimiento como singularidad” (Derrida), como advenimiento de lo absolutamente imprevisible, es pasible de hacerse realmente inteligible para un sistema de referencia dado?
¿Coincide este caos con la potencia generatriz del Afuera enigmático (Foucault, Deleuze), con un Real inabordable (Lacan)?
Por ejemplo, y para simplificar (¿complicar?): ¿Realmente fue imprevisto y no programado —para cierto campo de expectativas, para ciertos pretiles probabilísticos de confianza, de inteligencia, constituidos por las codificaciones militares, de seguridad, de lo que resultaba en ese contexto técnicamente “posible”, etc. etc.—, el atentado del 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center? ¿Qué relación guarda este último evento con el Golpe de Estado al gobierno de Salvador Allende en Chile, efectuado también un 11 de septiembre?
¿Qué es lo imprevisible? ¿Desde qué punto de vista algo es imprevisible, realmente accidental y no predecible... si en efecto lo es?... ¿Algo lo es? ¿Para quién? ¿Para qué?
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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La cita que hacemos en esta nota procede de: Edward N. Lorenz. La esencia del caos.
Santo Domingo, República Dominicana.
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La cita que hacemos en esta nota procede de: Edward N. Lorenz. La esencia del caos.
Editorial Debate. 1995. Madrid. Página 3.
VI
OLIVERIO GIRONDO: ¿PEN-TOTAL PARA QUÉ?
Estamos en la época de la insolencia versificadora disfrazada de humildad, en la que cualquier decidor de manidas retóricas pretende ocupar un lugar junto a los auténticos perseguidores míticos, “cortazarianos”, de “lo desconocido” est/ético y poético.
Me parece hasta cierto punto acertado lo que dijo a propósito del "haiku" (pero válido para todo poetizar y toda forma poética canonizada) el poeta y crítico dominicano Enrique Eusebio, cito:
"Yo prefiero apostar por una fórmula libre que le conceda a esta expresión las libertades que cada autor quiera: la literatura es el decir, no el esperar. Ningún poeta debe atarse a nada; al contrario, es mejor que rompa las formas y dé a través de las palabras, un propicio contenido nuevo, y una forma también."
Cierro la cita del poeta Eusebio.
Muchos “escribidores” todavía desconocen lo que es el poetizar como búsqueda y exploración de ritmos-sentidos; no tienen la más mínima noción de los problemas que plantea la “literaturidad”, y confunden el poema con la supuración emotiva de primer grado versificada en clave de sarcófago churrigueresco para damas cuya perspicacia se reduce a un simple y presumido monóculo falso.
El poema (se ha dicho hasta las náuseas), aunque ligado a lo social y a lo político, no se confunde con el politicismo sociologista ni con el pseudovitalismo lírico "existencializante", insípidamente concebidos para venderlos como gadgets en el Mercado rebañil del amor, en la Plaza de los tunantes, chaqueteros y engañabobos…
Otros versificadores menos dañinos, nos ofrecen chicharrones de Villa Mella al estilo escandinavo... Lo que no está del todo mal…
Aunque algunos perpetran su daño poético de muy buena fe, el poema auténtico es siempre otra cosa, otra cosa, otra cosa...
¿Poesía genuina? Existen múltiples, diversas vías para descubrirla. Por ejemplo, ésta: el gran Oliverio Girondo con su poema “El pentotal a qué”…
Ver enlace: http://www.palabravirtual.com/index.php?ir=ver_voz1.php&wid=2078&p=Oliverio%20Girondo&t=El%20pentotal%20a%20qu%E9&o=Oliverio%20Girondo
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
VII
Sigo a Nietzsche cuando pienso y digo que debo sentirme orgulloso de alguien para eventualmente poder considerarlo mi enemigo. Por eso no elijo a cualquiera para que lo sea. Los enemigos son para mí un método, una vía regia para conocer el misterio de otros universos, de otros puntos de vista radicalmente distintos al mío. El enemigo es un recurso maravilloso que nos regala la vida para que podamos descubrir el valioso misterio de la otredad. ¡Háblenme siempre bien de mis enemigos! ¡Yo, particularmente, los amo en síntesis disyuntiva, en desgarradas distancias!
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
VIII
¿LA MÚSICA O EL LENGUAJE?
En la oposición lenguaje/música, se podría generalizar de un modo derridiano y deconstructivo la categoría "música", de tal forma que consideremos la dimensión semiótico-"musical" del lenguaje en su ontogénesis, —lo rítmico, lo entonacional, lo intensivo, lo melódico—, como algo precedente a su carácter representativo, verbal, conceptual, generador de significaciones abstractas.
Santo Domingo, República Dominicana.
VIII
¿LA MÚSICA O EL LENGUAJE?
En la oposición lenguaje/música, se podría generalizar de un modo derridiano y deconstructivo la categoría "música", de tal forma que consideremos la dimensión semiótico-"musical" del lenguaje en su ontogénesis, —lo rítmico, lo entonacional, lo intensivo, lo melódico—, como algo precedente a su carácter representativo, verbal, conceptual, generador de significaciones abstractas.
El lenguaje se "inicia", en la ontogénesis del sujeto, como un juego de vocalizaciones intensivas puras, "musicales"; de oposiciones fonemáticas no semantizadas (J. Kristeva) en un nivel muy elemental de "simbolización" pre-verbal.
Lo anteriormente señalado no significa que la música propiamente dicha, considerada como "obra de arte y simbolización", exista en efecto desde la etapa "musical" del desarrollo lingüístico (etapa glosopoiética: sonoridades vocales posteriores al grito y anteriores a lo verbal), o que se pueda producir independientemente de un particular contexto cultural e histórico en el cual, eso que denominamos lenguaje lingüístico, (doblemente articulado) constituye siempre, de hecho, un factor decisivo, una condición “sine qua non” de acuerdo y productividad simbólico-social.
Ninguna subjetividad, fuera del contexto histórico-cultural correspondiente —definido por una lengua-cultura determinada—, puede producir una sonata, una sinfonía, un motete, un merengue, un vals, etc. basándose en una supuesta capacidad de creación estético-musical previa a la instalación del lenguaje articulado.
Para que un sujeto pueda producir música como obra de arte debe participar, como subjetividad social, de un vínculo estructural con la cultura y la historicidad que no sería posible sin la existencia del lenguaje articulado.
La notación musical misma tal como se conoce en Occidente, con su compleja autonomía relativa, no podría haber surgido, en su especificidad, fuera de su concreto ámbito humano, lingüístico, histórico y cultural.
Además, debemos resaltar el hecho de que una cosa es la 'musicalidad' del lenguaje constituyente y/o constituido, y otra, muy distinta, la capacidad semiótica específica que tiene la música para producir sentido, infrasentido, simbolismo, etc. —desde su particular apreciación de la foné o materialidad del sonido—, sin valerse, necesariamente y de forma directa, de los recursos lingüísticos.
Es pertinente repetir, no obstante, que si bien el sentido y el simbolismo generados por la música no son de naturaleza directamente verbal, entendemos que, en su condición trans-lingüística más que pre-lingüística, siempre se encuentran, como establece con pertinencia cierta semiología, en "una relación inevitable, fantasmática, indirecta y de recambio con el lenguaje articulado".
© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
Santo Domingo, República Dominicana.
IX
Le tuerzo el cuello al miedo del síntoma y lo digo: A ritmo de merengue la orgía dionisíaca: repetición ritual de letras, de gritos, de silencios...
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
X
FRAGMENTO DE UN POEMA DE JOHN ASHBERY, EL POETA VIVO MÁS IMPORTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS. (DE SU LIBRO "CHINESE WHISPERS": "SECRETOS CHINOS". 2002).
FRAGMENTO DE UN POEMA DE JOHN ASHBERY, EL POETA VIVO MÁS IMPORTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS. (DE SU LIBRO "CHINESE WHISPERS": "SECRETOS CHINOS". 2002).
ECHOLALIA RAG
3
"When the gingerbread boy / did his morose errand / it was melting on the ground, / felt tubing on the floor, / like a good scare / isn't around anymore, / like even you knew it / coming on in your car, the sun / melted cheese over whiskey down: / Don't sneeze yet."
RAG DE LA ECOLALIA (Fragmento final)
3
"Cuando el niño de pan de jengibre / hizo su difícil recado / se derretía el suelo, / se sentían los tubos en el suelo, / como un buen susto / ya no hay más, / como si incluso tú lo supieras / viniendo en tu automóvil, el sol, / queso fundido sobre el whiskey: / no estornudes todavía."
Traducción al español para Colección Visor de Poesía: Dámaso López García. Madrid. 2006. Página 151
COMO PODEMOS VER, UNA PARTE SIGNIFICATIVA DE LA POESÍA MÁS ACTUAL Y RELEVANTE DE OCCIDENTE SE DESPLAZA, DESDE HACE LARGOS AÑOS, POR CAMINOS MUY DISTINTOS A LOS QUE PRESUPONEN LOS CÁNONES TRADICIONALES DE LA LÍRICA CASTELLANA.
ESPERO QUE LOS QUE SABEN INGLÉS, SI LES INTERESA LA POESÍA DE ASHBERY, LO LEAN EN LA PROPIA LENGUA DEL GRAN POETA: ES LO IDEAL. AUNQUE EXISTEN MUY BUENAS TRADUCCIONES AL ESPAÑOL Y EDICIONES BILINGÜES COMO LA DE VISOR, ENTRE OTRAS.
ESPERO QUE LOS QUE SABEN INGLÉS, SI LES INTERESA LA POESÍA DE ASHBERY, LO LEAN EN LA PROPIA LENGUA DEL GRAN POETA: ES LO IDEAL. AUNQUE EXISTEN MUY BUENAS TRADUCCIONES AL ESPAÑOL Y EDICIONES BILINGÜES COMO LA DE VISOR, ENTRE OTRAS.
A JOHN ASHBERY SE LE ASOCIA CON LA MUSICA ALEATORIA E INDETERMINISTA DE JOHN CAGE Y HENRY COWELL. SE LE RELACIONA, ADEMÁS, CON LA PINTURA ABSTRACTA DE LA ESCUELA DE NEW YORK Y CON CIERTA VANGUARDIA LITERARIA FRANCESA DEL PASADO SIGLO XX EN LA QUE SE MENCIONAN A RAYMOND ROUSSEL Y A HENRI MICHAUX, ENTRE OTROS IMPORTANTES ESCRITORES.
WALLACE STEVENS, EL INMENSO POETA NORTEAMERICANO DEL SIGLO XX, CUYA POESÍA SE CONSIDERA SITUADA A LA ALTURA DE LA DE T. S. ELIOT, ES VALORADO COMO EL PRECURSOR MÁS IMPORTANTE DE JOHN ASHBERY.
A.A.B.
XI
CREENCIA EN DIOS Y VIOLENCIA INNOMBRADA
La creencia en Dios es un hecho de "admisión" situado más allá de lo demostrable, más allá del mero "asentimiento intelectual" (Xavier Zubiri). Si existe una discusión "bizantina" por excelencia es aquella que se demora en fraguar tesis y argumentos a favor o en contra de ciertos modos de concebir lo divino como Absoluto Trascendental.
Entiendo que lo más importante hoy en día no es saber si Dios —tal como se entiende en el ámbito abrahámico—, existe o no existe, sino más bien el descubrir en cada situación quién nos engaña y qué nos oprime, para luchar contra ello en un proceso de redescripción permanente de nuestra libertad.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
XII
SAMUEL BECKETT Y YO
Apreciado poeta León Félix Batista, dada la intensidad de la pasión con la que hablas sobre el tema, te percibo como todo un nostálgico especialista en Samuel Beckett, sin embargo, quizá no recuerdes que cuando pregunté en varias ocasiones (la moda de Internet todavía no había cobrado tanto cuerpo...) por la procedencia del fragmento que transcribiré al final de estas líneas, algunos de ustedes me hablaron hasta de José... Martí... ¡JaJaJa!
Por cierto, tengo un libro de casi doscientas páginas en 8 1/2 por 11 sobre la obra completa de Samuel Beckett (narrativa, teatro, poesía y ensayo) que me gustaría algún día publicar en la Editora Nacional bajo lectura y negociación previas... Se titula: "Samuel Beckett o la creación como catástrofe".
Mi texto sobre Beckett tuvo su origen en un ensayo que preparé en 1998 para la Casa de la Cultura de la UASD, sugerido por Basilio Belliard y Fernando Vargas Jiménez, y que he ampliado y actualizado considerablemente.
Tengo a mi disposición en mi biblioteca familiar las obras completas de Beckett y una extensa bibliografía sobre su obra, que va desde "Back to Beckett", de Ruby Cohn (Princeton University Press, Princeton, New Jersey, 1973); "Galería de Moribundos", de Francisco Pérez Navarro (Ediciones Grijalbo, Barcelona, 1976); "Beckett/Beckett", de Vivian Mercier (Oxford University Press, New York, 1977), hasta “The Beckett Country. Samuel Beckett’s Ireland.”, de Eoin O’ Brien (The Black Cat Press and Faber and Faber, London,1986); “Damned to Fame: The Life of Samuel Beckett, de James Knowlson ( Simon & Schuster Inc, New York, 1996) y “BECKETT Remembering. Remembering BECKETT” de James Knowlson and Elisabeth Knowlson. (Arcade Publishing. New York. 2006), entre otros muchos textos no menos importantes en los que se analiza la obra del gran irlandés desde perspectivas filosóficas, psicoanalíticas, semióticas, teológicas, estéticas, etc….
A Beckett lo leo-estudio y sufro-disfruto desde la primera mitad de la década de los setenta (antes de cumplir mis veinte años). Salvó mi vida –junto con Kafka– del absurdo retórico meramente padecido... Disculpa la extensión de mi entusiasmo.
Aquí va el fragmento de marras: “La isla, estoy en la isla, no he abandonado nunca la isla, pobre de mí. Creí entender que me pasaba la vida dando la vuelta al mundo, en espiral. Error. Donde no ceso de dar vueltas es en la isla. Lo único que conozco es la isla, nada más. Y tampoco la conozco, pues nunca tuve fuerzas para mirarla. Cuando llego a la orilla, me vuelvo hacia el interior.” Samuel Beckett. El Innombrable. Alianza Editorial, Madrid, 1971, página 80.
"Pero esto lo olvidaré, en el calor de la miseria, olvidaré que ya no soy Worm, sino una especie de Toussaint Louverture de décima categoría..." El Innombrable. Alianza Editorial, Madrid, 1971, página 106
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
XIII
EL INNOMBRABLE. SAMUEL BECKETT
Breve fragmento de mi libro: "Samuel Beckett. La Creación como catástrofe"
"[…] En El Innombrable de Beckett, tercera y última novela de la famosa trilogía (Molloy, Malone muere y El Innombrable), el proceso que hemos denominado “indigencia nómada del deseo escritural”, intensifica su desasimiento destructivo con respecto a los vínculos y concreciones objetuales de la ficción.
Aquí ya no habla "un" personaje, por más vulnerado, residual y fragmentario que éste pueda concebirse; habla más bien lo que Maurice Blanchot concebiría como una “exigencia impersonal de la escritura”. Es una tensión, innombrable, encarnada en una voz fragmentaria, en un sujeto de la enunciación sin identidad fija, que se confunde con las esquirlas sin sentido de un universo conjetural estallado.
El Innombrable, como "Nadie de la Nada" joyceano, sin unicidad corporal ni identidad personal, es un debate del Deseo creador (inconsciente, consciente y orientado) en el claroscuro ilimitado de la escritura, con la fosforescencia inasible de fantasmas y despedazados semblantes derivados del reino de lo imaginario especular y pre-especular. Casi todos los personajes anteriores de la obra de Beckett —Murphy, Mercier, Molloy, Malone, Moran—, son convocados y retornan en El Innombrable:
Aquí ya no habla "un" personaje, por más vulnerado, residual y fragmentario que éste pueda concebirse; habla más bien lo que Maurice Blanchot concebiría como una “exigencia impersonal de la escritura”. Es una tensión, innombrable, encarnada en una voz fragmentaria, en un sujeto de la enunciación sin identidad fija, que se confunde con las esquirlas sin sentido de un universo conjetural estallado.
El Innombrable, como "Nadie de la Nada" joyceano, sin unicidad corporal ni identidad personal, es un debate del Deseo creador (inconsciente, consciente y orientado) en el claroscuro ilimitado de la escritura, con la fosforescencia inasible de fantasmas y despedazados semblantes derivados del reino de lo imaginario especular y pre-especular. Casi todos los personajes anteriores de la obra de Beckett —Murphy, Mercier, Molloy, Malone, Moran—, son convocados y retornan en El Innombrable:
"Quizá sea toda una pandilla, uno tras otro, qué confuso es esto, alguien habla de confusión, es una falta, todo es falta aquí, no se sabe por qué, no se sabe de quién, no se sabe con respecto a quién, alguien dice Se, es culpa de los pronombres, no hay nombre para mí..." El Innombrable. Alianza Editorial, Madrid, 1971, página 170.
"...alguien dice Se": instancia impersonal (Blanchot), nómada y pre-individual (Deleuze) que vive la experiencia problemática de la desterritorialización textual.
El Innombrable: mero campo topológico de fuerzas, intensidades puras o vectores espectrales manifiestos en el juego de la escritura citativa, inter e intratextual. Construcción en abismo y complicatio textual producidas por el estallido del recinto pretendidamente cerrado de la identidad escritural homogénea: la obra reflexiona sobre sus propios mecanismos o procesos de producción, se genera en una suerte de contaminación diseminante de las identidades monádicas por efecto de las fluctuaciones e insuflaciones de la espectralidad intensiva del pensamiento en acto de escritura.
El Innombrable, Basilio, Worm, Mahood: Basilio y Comparsa (como denomina sorprendentemente el Innombrable a esta proliferación de trazos y matrices caracteriales estalladas), son, a nuestro entender, meros gradientes de intensidad (G. Deleuze) que permiten la aproximación vertiginosa al 'punctum caecum' de la escritura o punto de ceguera y desfallecimiento del relato. Grado cero del espacio fictivo despoblado, para operar de inmediato su repoblamiento con espectros.
Gozosa voz del lenguaje despersonalizado en clave tragicómica. Los objetos inasibles y los semblantes fantasmales que circulan por el espacio virtual ilimitado donde se monta y desmonta la ficción, se fragmentan y se confunden, se enlazan y desenlazan, producidos y fundidos por la fuerza generadora del lenguaje. Arañazos intensivos trazados por el innombrable como sujeto impersonal de la escritura
Con El innombrable estamos en presencia, quizá, en la escritura de Beckett, de un momento privilegiado de insospechada y gozosa dimensión trágico-dionisíaca. Lúcida coronación transmutante de uno de los ciclos en los que el autor irlandés explora el necesario nihilismo destructivo-deconstructivo, la radical y metairónica impugnación circular y autodevorante de su propia obra […]
El Innombrable, Basilio, Worm, Mahood: Basilio y Comparsa (como denomina sorprendentemente el Innombrable a esta proliferación de trazos y matrices caracteriales estalladas), son, a nuestro entender, meros gradientes de intensidad (G. Deleuze) que permiten la aproximación vertiginosa al 'punctum caecum' de la escritura o punto de ceguera y desfallecimiento del relato. Grado cero del espacio fictivo despoblado, para operar de inmediato su repoblamiento con espectros.
Gozosa voz del lenguaje despersonalizado en clave tragicómica. Los objetos inasibles y los semblantes fantasmales que circulan por el espacio virtual ilimitado donde se monta y desmonta la ficción, se fragmentan y se confunden, se enlazan y desenlazan, producidos y fundidos por la fuerza generadora del lenguaje. Arañazos intensivos trazados por el innombrable como sujeto impersonal de la escritura
Con El innombrable estamos en presencia, quizá, en la escritura de Beckett, de un momento privilegiado de insospechada y gozosa dimensión trágico-dionisíaca. Lúcida coronación transmutante de uno de los ciclos en los que el autor irlandés explora el necesario nihilismo destructivo-deconstructivo, la radical y metairónica impugnación circular y autodevorante de su propia obra […]
(Breve fragmento). Página 79. Santo Domingo. R.D. 1998. Todos los Derechos Reservados.
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