"Fuerte no es lo que aplasta, sino lo que por su sano, pleno y justo desarrollo, jerarquiza."
Friedrich Nietzsche.
"Otro factor, no menos importante, para la forja de la civilización del espectáculo ha sido la democratización de la cultura. Se trata de un fenómeno altamente positivo, sin duda, que nació de una voluntad altruista: que la cultura no podía seguir siendo el patrimonio de una élite, que una sociedad liberal y democrática tenía la obligación moral de poner la cultura al alcance de todos, mediante la educación, pero también la promoción y subvención de las artes, las letras y todas las manifestaciones culturales. Esta loable filosofía ha tenido en muchos casos el indeseado efecto de la trivialización y adocenamiento de la vida cultural, donde cierto facilismo formal y la superficialidad de los contenidos de los productos culturales se justificaban en razón del propósito cívico de llegar al mayor número de usuarios. La cantidad a expensas de la calidad. Este criterio, proclive a las peores demagogias en el dominio político, en el cultural ha causado reverberaciones imprevistas, entre ellas la desaparición de la alta cultura, obligatoriamente minoritaria por la complejidad y a veces hermetismo de sus claves y códigos, y la masificación de la idea misma de cultura."
Mario Vargas Llosa.
"Otro factor, no menos importante, para la forja de la civilización del espectáculo ha sido la democratización de la cultura. Se trata de un fenómeno altamente positivo, sin duda, que nació de una voluntad altruista: que la cultura no podía seguir siendo el patrimonio de una élite, que una sociedad liberal y democrática tenía la obligación moral de poner la cultura al alcance de todos, mediante la educación, pero también la promoción y subvención de las artes, las letras y todas las manifestaciones culturales. Esta loable filosofía ha tenido en muchos casos el indeseado efecto de la trivialización y adocenamiento de la vida cultural, donde cierto facilismo formal y la superficialidad de los contenidos de los productos culturales se justificaban en razón del propósito cívico de llegar al mayor número de usuarios. La cantidad a expensas de la calidad. Este criterio, proclive a las peores demagogias en el dominio político, en el cultural ha causado reverberaciones imprevistas, entre ellas la desaparición de la alta cultura, obligatoriamente minoritaria por la complejidad y a veces hermetismo de sus claves y códigos, y la masificación de la idea misma de cultura."
Mario Vargas Llosa.
Por Armando Almánzar Botello
¿A los sujetos les resulta dable ‘alcanzar-conquistar’, en un contexto histórico-social específico, la real oportunidad pluralista de que las diferencias de desempeño cognitivo que puedan surgir entre ellos —es decir, las necesarias, sanas, inevitables y flexibles jerarquías cualitativas producidas por sus respectivos desempeños en situaciones concretas de COMPETENCIA LEAL—, se produzcan en el seno de un campo formativo abierto a lo múltiple y que permita el acceso equitativo de todos los ciudadanos a las mejores posibilidades pedagógicas, a las mismas posibilidades públicas de formación intelectual y crítica, en ‘juegos pluralistas de información completa’ (Lyotard) definidos con criterios de auténtica justicia social, entendida ésta como la base de una nueva 'aristocracia del espíritu'?
¿No es acaso la equidad, interpretada en este contexto como igualdad de posibilidades formativas en el campo social —sin distorsiones ni favoritismos a priori—, la base sobre la que se erige una genuina y consistente MINORÍA SELECTA? ¿A cuántos potenciales Raffaellos de Sanzio mutila el Sistema con la monstruosa inequidad que lo caracteriza en las ofertas educativas y convivenciales (Illich)?
Evidentemente no existe una relación lineal simple entre oportunidades formativas, aprovechamiento de dichas oportunidades y ‘tasas de retorno de la inversión’ palpables en manifestaciones creativas y hermenéuticas de alto valor cognoscitivo o estético por parte de los sujetos involucrados en procesos dialógico-formativos de 'información completa'. Pero nos preguntamos: La 'aristocracia del espíritu', entendida como posesión de un cierto 'CAPITAL SIMBÓLICO' altamente cualificado (Bourdieu), ¿por necesidad ineludible debe estar siempre subordinada al CAPITAL SOCIAL de ciertos sectores restringidos del sistema y al CAPITAL ECONÓMICO, altamente concentrado en cierta PLUTOCRACIA, que más bien sirve de sustento a la verdadera BARBARIE MAQUILLADA?
¿Sirven sólo entonces los Ministerios de Educación y de Cultura, en los países de Latinoamérica, por ejemplo, para promover y favorecer la más básica formación en valores, el folklore, las industrias culturales de producción masiva, los concursos de diferentes tipos, algunos protocolos y niveles 'elementales' de la cultura, y a una cierta burocracia privilegiada que padece un gran anhelo de 'aristocratización' y auto-publicitación no siempre legítimo?
¿Desean los mismos sujetos que proceden del ‘ABAJO SOCIAL’ (aquellos pocos que han alcanzado, por su real talento o por alianzas oportunistas con ciertos sectores de poder, un posicionamiento privilegiado que les favorece en sus fines particulares), que se produzca esta apertura democrática de posibilidades formativas –con lo que ella implica de ampliación de la genuina competencia y valoración de la competitividad, por un incremento y accesibilidad del capital simbólico para los diversos actores culturales del espectro social?
¿O ESTAREMOS FRENTE AL ETERNO REINO DE LA COMPETENCIA DESLEAL, EL INDIVIDUA-LIMO AUTISTA O EL APANDILLAMIENTO REBAÑIL (POR EXCLUSIVA CONVENIENCIA PERSONALISTA), EN TORNO A FALSOS REPRESENTANTES DE LA MULTIPLICIDAD Y DEL PLURA-LIMO PSEUDO-DEMOCRÁTICOS?
¿ES REALISMO Y MADUREZ POLÍTICOS ‘COGER’ Y ‘CABILDEAR’ CADA CUAL LO SUYO? ¿INDESTRUCTIBLE SERÁ EL OPORTUNISMO Y LA PRESUNTA SUPERIORIDAD DE… LOS ‘MEJORES MIENTRAS TANTO’?.... ¿DEBEMOS APRENDER, AL FIN, A VIVIR, A SOBRE-VIVIR? (Derrida)...
Y repito: ¿Existe una separación estructural, transhistórica, inevitable, entre la mayoría de los sujetos y la cultura de gran calidad o alta cultura? ¿Qué son, en este particular contexto, los proyectos políticos y los programas de acción?
Una de las preguntas de Kant, ahora retocada: ¿QUÉ PUDE Y PUEDO HACER… CUANDO ME PERMITIERON O ME PERMITAN HACER?
¿No es acaso la equidad, interpretada en este contexto como igualdad de posibilidades formativas en el campo social —sin distorsiones ni favoritismos a priori—, la base sobre la que se erige una genuina y consistente MINORÍA SELECTA? ¿A cuántos potenciales Raffaellos de Sanzio mutila el Sistema con la monstruosa inequidad que lo caracteriza en las ofertas educativas y convivenciales (Illich)?
Evidentemente no existe una relación lineal simple entre oportunidades formativas, aprovechamiento de dichas oportunidades y ‘tasas de retorno de la inversión’ palpables en manifestaciones creativas y hermenéuticas de alto valor cognoscitivo o estético por parte de los sujetos involucrados en procesos dialógico-formativos de 'información completa'. Pero nos preguntamos: La 'aristocracia del espíritu', entendida como posesión de un cierto 'CAPITAL SIMBÓLICO' altamente cualificado (Bourdieu), ¿por necesidad ineludible debe estar siempre subordinada al CAPITAL SOCIAL de ciertos sectores restringidos del sistema y al CAPITAL ECONÓMICO, altamente concentrado en cierta PLUTOCRACIA, que más bien sirve de sustento a la verdadera BARBARIE MAQUILLADA?
¿Sirven sólo entonces los Ministerios de Educación y de Cultura, en los países de Latinoamérica, por ejemplo, para promover y favorecer la más básica formación en valores, el folklore, las industrias culturales de producción masiva, los concursos de diferentes tipos, algunos protocolos y niveles 'elementales' de la cultura, y a una cierta burocracia privilegiada que padece un gran anhelo de 'aristocratización' y auto-publicitación no siempre legítimo?
¿Desean los mismos sujetos que proceden del ‘ABAJO SOCIAL’ (aquellos pocos que han alcanzado, por su real talento o por alianzas oportunistas con ciertos sectores de poder, un posicionamiento privilegiado que les favorece en sus fines particulares), que se produzca esta apertura democrática de posibilidades formativas –con lo que ella implica de ampliación de la genuina competencia y valoración de la competitividad, por un incremento y accesibilidad del capital simbólico para los diversos actores culturales del espectro social?
¿O ESTAREMOS FRENTE AL ETERNO REINO DE LA COMPETENCIA DESLEAL, EL INDIVIDUA-LIMO AUTISTA O EL APANDILLAMIENTO REBAÑIL (POR EXCLUSIVA CONVENIENCIA PERSONALISTA), EN TORNO A FALSOS REPRESENTANTES DE LA MULTIPLICIDAD Y DEL PLURA-LIMO PSEUDO-DEMOCRÁTICOS?
¿ES REALISMO Y MADUREZ POLÍTICOS ‘COGER’ Y ‘CABILDEAR’ CADA CUAL LO SUYO? ¿INDESTRUCTIBLE SERÁ EL OPORTUNISMO Y LA PRESUNTA SUPERIORIDAD DE… LOS ‘MEJORES MIENTRAS TANTO’?.... ¿DEBEMOS APRENDER, AL FIN, A VIVIR, A SOBRE-VIVIR? (Derrida)...
Y repito: ¿Existe una separación estructural, transhistórica, inevitable, entre la mayoría de los sujetos y la cultura de gran calidad o alta cultura? ¿Qué son, en este particular contexto, los proyectos políticos y los programas de acción?
Una de las preguntas de Kant, ahora retocada: ¿QUÉ PUDE Y PUEDO HACER… CUANDO ME PERMITIERON O ME PERMITAN HACER?
© Armando Almánzar Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.
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