viernes, 5 de octubre de 2012

PETRARCA Y EL AMOR

(Dedicado al poeta dominicano erranticista Glaem Parls)


                                                        



Por Armando Almánzar-Botello. 



Y dudo que Petrarca todavía / SEA PARA EL PUEBLO 
UN GRAN POETA... / aunque podría...

¡Sigue vivo!

No hay que ser de los que siempre dicen: ¡sí o no! /
e inclinan la cabeza ante el Poder... aunque podrían...

Ser poeta es un sangrar eterno niño en la Revuelta, / 
aunque un miedo en ti persista... /

Y decirle simplemente un sí rotundo al SER POEMA, / 
cuando grita por tu abismo el mundo de lo útil su llamado 
infame al goce. 

¡Oscuras pedrerías! ... /

Petrarca, a su pesar, no fue un pintor enamorado 
de una Laura presentida, ni discrónico astronauta, / ni piloto 
pitagórico, /

ni un privado detective de la sombra, / ni un avieso 
asaltante de cambistas perdularios. /

No fue aquel poeta un ferviente guerrillero de las luces 
iracundas: 
                 (¡oh, libérrimo arquetípico Espartaco!) /
ni un político graduado en engañifas y prebendas...
                 aunque ahora bien podría...

Petrarca deseaba ser amante simplemente, /
encarnar en un relámpago las verdades terribles del poema, / 

los rizomas del amor, / la escritura de sus pájaros traviesos / 
como letras gorjeantes de bengala por la noche. 

¡Oh, Laura de Sade: turbulenta y amorosa travesía en la Memoria! ..........................................................................................................

¡Rota!



© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

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