martes, 2 de abril de 2013

MATIZANDO A JOHN LENNON

A LA MEMORIA DE NUESTRO QUERIDO Y ADMIRADO ARTISTA.




Por Armando Almánzar-Botello



Realmente no nacemos 'incompletos', con el presunto deber o la necesidad hipotética de encontrar luego, a través de los años de nuestra existencia, una perdida o supuesta mitad nuestra que restablecería la unidad originaria (lugar común de la 'media naranja' re-encontrada: trivial variante del mito del andrógino primordial restituido).

Pero es necesario señalar que tampoco nacemos íntegros, completos, enteros. El 'ser humano', entendido aquí como 'persona' (H. Tristram Engelhardt), como abierta construcción corporal-intersubjetiva (Piaget, Lacan), como 'subjetividad/carnalidad intercorporal' (Merleau-Ponty), no se limita a la homeostasis del mero organismo biológico.

En tanto que seres (in)humanos labrados por el lenguaje y la cultura; en nuestra condición de emergencias y/o actualizaciones intersubjetivas, simbólicas, corporales e históricas de las potencialidades del Homo sapiens, somos sujetos incompletos, inacabados, carentes, inconclusos, a los que sólo nos completa…     

la muerte... 

El amor es el intento de encontrar, no sólo a un 'otro absoluto complementario' (vía mística de una cierta realización del amor divino), sino también a un 'otro suplementario', terrenal, que nos compense, no de nuestros defectos y carencias, sino de la 'imposibilidad de la relación sexual', entendida esta última imposibilidad no como simple ausencia de 'jodienda sexual' (Lacan), sino más bien como escollo absoluto para suturar el ser con la 'presencia del otro', para alcanzar un 'reaporte' (Braunstein, Heidegger) ontológico, una supuesta plenitud o ‘completitud’ de la subjetividad que utilice a este 'otro' como dispositivo protésico de obturación perversa de la 'falta-en-ser' o 'falta-de-ser' (Lacan: manque à être).

No obstante, el amor, como 'acto de donación simbólica y entrega', persevera, no cesa, insiste y antepone a la propia seguridad del amante la realización asintótica del otro elegido como ser amado... 

En mensaje remitido por Facebook, el pasado 26 de marzo, a mi distinguido amigo el Psicoanalista Juan Francisco González-Díaz, quien reside en España, a propósito de unas pertinentes reflexiones de la también Psicoanalista española Amelia Díez Cuesta, yo me atrevía a reiterar, a modular, a parafrasear una vez más lo siguiente:

«"Il n'y a pas de RAPPORT sexuel", dice Jacques Lacan en su Seminario 20, Encore... Otra cosa es: "Il n'y a pas de RELATION sexuel". Lacan alude a la imposibilidad de complementación, de 'reaportarse' mutuamente lo que 'falta' entre los miembros de una pareja. Hay encuentros sexuales fortuitos, pero no hay relación (rapport) sexual, porque de lo que se goza es de la función fálica que confirma la castración, de aquello que viene a suplir, no a complementar, la carencia, el corte entre el '1' (uno) masculino en la Tabla Lacaniana de la Sexuación, y el '0' (cero) femenino. No hay posibilidad de 'conjugar' el lado 'masculino' y el lado 'femenino' en dicha Tabla Lacaniana. "Il n'y a pas de RAPPORT sexuel". Esto quiere decir, en la lógica cuasi-modal y paraconsistente que utiliza en este contexto el psicoanálisis lacaniano: que la relación sexual es IMPOSIBLE, pues 'no cesa de no escribirse': 'LA' [tachado el artículo en mayúsculas] mujer no existe (lugar común del lacanismo), no está TODA en la función fálica; algo escapa al goce fálico; cada mujer, una por una, goza suplementariamente del NO-TODA ES... Goce más allá del falo... Aunque haya lectura de un libro, aunque haya visualización de una película o de un cuadro ('ver' y 'mirar' no son categorías equivalentes en la concepción lacaniana de la pulsión escópica); aunque haya 'jodienda', como dijo el mismo Lacan: ¡No hay complementación ni 'sutura armónica' entre el 'uno' y el 'otro'.» 


Añadí en una nueva nota, reasegurando parte de lo anteriormente dicho: «"Imposible esperar ninguna complementariedad, ninguna sutura armónica del uno y el otro, imperioso detenerse en el placer, barrera interpuesta en el camino del goce...", como nos recuerda, lacanianamente, Néstor A. Braunstein.»....

Ahora, con el perdón de mis virtuales lectores, me tomo de nuevo la libertad de añadir otro fragmento de uno de mis textos on-line: 'Lo Real como Exceso es el VacíoNotas sobre el amor, el goce y lo imposible'
 (publicado por primera vez en este Blog Cazador de Agua el Miércoles, 8 de diciembre de 2010), en el que simplemente reproduzco, muy condensadamente, de un modo parcial y asordinado, un planteamiento de Jacques Lacan sobre el tema de 'la relación (rapport) sexual' y el amor:

"El amor es el sínthoma que 'no cesa de escribirse', posibilitado por 'papá-versión' (père-version), al no existir la relación sexual como reaporte complementarista... pues esa relación con el Otro 'no cesa de no escribirse'. ¿Trágico o cómico?... Esa es la diseminación estructural de lo (in)humano, aunque seamos cyborgs y vivamos la dimensión coreográfica de la sexualidad más allá del binarismo.... ¡Oh Heidegger, ingenuo! ¡Qué grande sigue siendo Nietzsche!


© Armando Almánzar-Botello.
Santo Domingo, República Dominicana.

Ver: 'Lo Real como Exceso es el Vacío. Notas sobre el amor, el goce y lo imposible'
lhttp://cazadordeagua.blogspot.com/2010/12/lo-real-como-exceso-es-el-vacio.html


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