"(...) Jet of Water: Francis Bacon. Afeitada soledad que se desnuda en frío espejo… ¡Oh fantasmas!...
Algo extraño William Burroughs nos cocina en su sartén, sin pañales ni corpiños: jibias, pulpos, ayahuasca y negra carne de escorpión (...)".
Algo extraño William Burroughs nos cocina en su sartén, sin pañales ni corpiños: jibias, pulpos, ayahuasca y negra carne de escorpión (...)".
A. Almánzar-Botello. RECORDANDO A LOS AMIGOS (Fragmento).
Francis Bacon y William Burroughs, Londres, 1989.
Por Armando Almánzar-Botello
Pienso, modesta y sinceramente, que la cuestión a discutir por los "teólogos" y periodistas que disponen siempre de tiempo sobrado para los malos chistes con zurrapa y los ejercicios bizantinos esculpidos y escupidos con insulsa tinta transitoria, nunca debería reducirse a la deliberación banal de si aceptamos o no el hecho de que un embajador de Estados Unidos en nuestro país se incluya en el estatuto de gay, heterosexual, bisexual o transgénero: esa torpe discusión participa de la más arcaica banalidad antropológica ligada a la política de lo sexual inocuo / inicuo. Tema de discusión para clérigos y pastores.
El posicionamiento de cada sujeto en la Tabla Lacaniana de la Sexuación, depende de las peripecias de la "ontogénesis" libidinal de ese sujeto. Parafraseando a Ortega podríamos decir: el gay, la lesbiana, el transexual, es él (ella) y sus "circunstancias erógenas". Eso debe respetarse en pleno siglo XXI.
El tema a discutir debería ser la naturaleza de las relaciones comerciales, político-jurídicas y culturales que, a través de dicha importante figura diplomática, se definiría entre Estados Unidos y República Dominicana.
El tema a discutir debería ser la naturaleza de las relaciones comerciales, político-jurídicas y culturales que, a través de dicha importante figura diplomática, se definiría entre Estados Unidos y República Dominicana.
¿Más de lo mismo con otro canario cantor?: ¿Machismo Homofóbico Nacionalista y Autocolonialismo propio de ciertas "Repúblicas Bananeras Postmodernas", en diálogo fallido con el Neo-machismo Militarista, Andrógino-Metastásico del Capitalismo Imperial, Neo-colonialista, Hedonista-Permisivo" y Expropiador? (Zizek, Derrida, Amin, Petras, Baudrillard..... y Daniel Bell).
THAT IS THE QUESTION!
Por este tipo de alharaca oscurantista que se vive hoy en Dominicana sobre el tema de marras, es que yo no creo en ciertos Estudios Culturales de Género que enmascaran los problemas estratégicos y económico-políticos de fondo con discusiones bizantinas y pseudo-reivindicaciones parciales.
Esas luchas parciales y conquistas de género (y ecológicas y hedonistas y con valor expresivo, como decía Barthes) a las que no negamos su relativa importancia histórico-política y coyuntural, permanecen, no obstante, dentro de la Axiomática Capitalista pensada como una esencia económico-jurídica inconmovible, ahistórica, que nos asigna, para nuestro mediocre disfrute tutelado, con mayor o menor grado de holgura y de injusticia (ello depende de nuestra capacidad para practicar el double-bind), un espacio para la satisfacción de nuestras necesidades básicas de "monos vestidos" y un "territorio" espectacular, con márgenes de seguridad panóptica, para el despliegue de nuestros más irrenunciables dinamismos pulsionales.
Por su parte, Bacon consideraba que la legalización "naturalizante" de las prácticas homosexuales le restaba “belleza y misterio” a la transgresión y la convertía en lo que Bataille y Sollers comprendieron como pseudo-transgresión: complementación perfecta entre la anulación represiva y aplastante del Deseo y la carne, característica de cierto dogmatismo judeo-cristiano de corte fundamentalista, y la trivial ideología libertaria que, ocultando la real y profunda vocación de control y opresión que la subtiende, presuntamente reconoce a dicho Deseo en la hermosa peligrosidad de su potencia metamórfica y transgresiva.
Así, uno de los velados objetivos centrales de dicha ideología libertaria, —la cual se manifiesta en muchas de sus aristas como simple coartada complementaria del poder militar-financiero y falocrático-androcéntrico—, es normalizar el desvío, en nombre de los llamados "derechos humanos", con miras a tornarlo rentable para el sistema en términos políticos, económicos, sociales y simbólicos...
Fuentes: -FRANCIS BACON. Anatomía de un enigma. Michael Peppiatt. Editorial Gedisa, 1999.
facebook, 28 de junio, 2013
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
Por Armando Almánzar-Botello
Por cierto, el gran pintor anglo-irlandés Francis Bacon, homosexual declarado durante toda su vida y cuya "elección sexual" se refleja de modo recurrente en su propia obra artística (considerada por la crítica como una de las más altas y representativas del siglo XX), nunca estuvo de acuerdo con la legalización del matrimonio gay.
Consideraba Bacon, al igual que el pensador francés Georges Bataille (quien no era homosexual), que la legalización de esa transgresión con respecto a la norma heterosexual, sencillamente la banalizaba, le restaba a la práctica homoerótica intensidad de goce y la obligaba a funcionar como una suerte de reflejo tácito de la permisividad del Poder, orientada, de hecho, a la "desublimación represiva" con fines mercuriales.
Georges Bataille decía que la "transgresión" se diferencia de un pretendido "retorno a la naturaleza", —"permitido" y tutelado por el avance de las hoy llamadas tecnociencias, con su vocación de someter a sus designios cognitivo-instrumentales la totalidad de lo real mensurable—, por el hecho de que en la primera se levanta la prohibición sin suprimirla, y en el segundo se pretende anular todo límite y cualquier regulación erógena y ético-práctica, con miras a lograr una desdiferenciación en la que el pseudo-sujeto cree transitar por el territorio amorfo de una libertad incondicional, pero en efecto falsa por ser esta esencialmente fantasmática.
Dicho al modo de Jacques Lacan y Néstor Braunstein: Hoy, frente a la crisis de la familia patricéntrica y del matrimonio heterosexual tradicional, los homosexuales asumen el relevo de estas instituciones parcialmente desfallecientes y se proponen ocupar el espacio público y dar visos de legalidad a una suerte de "hacer semblante de gozar".
ADENDA: FRANCIS BACON Y EL MATRIMONIO GAY
Por Armando Almánzar-Botello
Por cierto, el gran pintor anglo-irlandés Francis Bacon, homosexual declarado durante toda su vida y cuya "elección sexual" se refleja de modo recurrente en su propia obra artística (considerada por la crítica como una de las más altas y representativas del siglo XX), nunca estuvo de acuerdo con la legalización del matrimonio gay.
Consideraba Bacon, al igual que el pensador francés Georges Bataille (quien no era homosexual), que la legalización de esa transgresión con respecto a la norma heterosexual, sencillamente la banalizaba, le restaba a la práctica homoerótica intensidad de goce y la obligaba a funcionar como una suerte de reflejo tácito de la permisividad del Poder, orientada, de hecho, a la "desublimación represiva" con fines mercuriales.
Georges Bataille decía que la "transgresión" se diferencia de un pretendido "retorno a la naturaleza", —"permitido" y tutelado por el avance de las hoy llamadas tecnociencias, con su vocación de someter a sus designios cognitivo-instrumentales la totalidad de lo real mensurable—, por el hecho de que en la primera se levanta la prohibición sin suprimirla, y en el segundo se pretende anular todo límite y cualquier regulación erógena y ético-práctica, con miras a lograr una desdiferenciación en la que el pseudo-sujeto cree transitar por el territorio amorfo de una libertad incondicional, pero en efecto falsa por ser esta esencialmente fantasmática.
Dicho al modo de Jacques Lacan y Néstor Braunstein: Hoy, frente a la crisis de la familia patricéntrica y del matrimonio heterosexual tradicional, los homosexuales asumen el relevo de estas instituciones parcialmente desfallecientes y se proponen ocupar el espacio público y dar visos de legalidad a una suerte de "hacer semblante de gozar".
Por su parte, Bacon consideraba que la legalización "naturalizante" de las prácticas homosexuales le restaba “belleza y misterio” a la transgresión y la convertía en lo que Bataille y Sollers comprendieron como pseudo-transgresión: complementación perfecta entre la anulación represiva y aplastante del Deseo y la carne, característica de cierto dogmatismo judeo-cristiano de corte fundamentalista, y la trivial ideología libertaria que, ocultando la real y profunda vocación de control y opresión que la subtiende, presuntamente reconoce a dicho Deseo en la hermosa peligrosidad de su potencia metamórfica y transgresiva.
Así, uno de los velados objetivos centrales de dicha ideología libertaria, —la cual se manifiesta en muchas de sus aristas como simple coartada complementaria del poder militar-financiero y falocrático-androcéntrico—, es normalizar el desvío, en nombre de los llamados "derechos humanos", con miras a tornarlo rentable para el sistema en términos políticos, económicos, sociales y simbólicos...
Podemos observar entonces una nueva escalada de cierto capitalismo postmoderno, andrógino-metastásico, pluralista en apariencia, pero en lo esencial orientado a vitalizar y regular el "mercado del amor" a través de la recuperación en clave gay y lésbica de todas las instituciones anteriormente reservadas para los heterosexuales.
No obstante, en este contexto aparentemente libertario, en esencia integrista y violento, las injustas regulaciones económicas del sistema se mantienen intactas, reforzadas, veladas y controladas por nuevos "atractores extraños".
A pesar de su rechazo al matrimonio gay convencional como expediente jurídico de normalización de una errancia erógena o desvío libidinal, Francis Bacon aceptaba, de un modo en apariencia paradójico, la realidad auténtica de la elección amorosa de objeto homosexual, considerándola como una de las expresiones del carácter inevitablemente conflictivo y trágico de todo verdadero amor.
Fuentes: -FRANCIS BACON. Anatomía de un enigma. Michael Peppiatt. Editorial Gedisa, 1999.
-EL EROTISMO. Georges Bataille. TusQuests Editores, 1997.
-LA ESCRITURA Y LA EXPERIENCIA DE LOS LÍMITES. Philippe Sollers. Monte Ávila, 1976.
© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.
Santo Domingo, República Dominicana.
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