martes, 22 de octubre de 2013

SLAVOJ ŽIŽEK Y EL LACANISMO (Fragmentarias divagaciones de un diletante).

«Comiencen por creer que no comprenden. Partan de la idea del malentendido radical, fundamental... El momento en que han comprendido, en que se han precipitado a tapar el caso con una "comprensión", [supuesta empatía auto-resonante] siempre es el momento en que han dejado pasar la "interpretación" que convenía hacer o no hacer para alcanzar la verdad en fuga.». JACQUES LACAN.

HANS HOLBEIN el JOVEN. Los Embajadores. Óleo sobre tabla. 1533.


Por Armando Almánzar-Botello



Brillante pensamiento crítico y lacaniano el de Slavoj Žižek… But: En ciertos contextos, ¿no resulta finalmente mero brillo socrático del agalma?... No obstante, cuando el filósofo esloveno afirma lo que citaré a continuación, podría parecer que olvida y/o traiciona la trayectoria del pensamiento de Jacques Lacan… pero quizás no: 

El sujeto dispone, a pesar de todo, de un modo de dar consistencia a su identidad más allá de los títulos, las referencias que lo sitúan en la red simbólica universal, una manera de Ser-ahí en su carácter “patológico”, en su particularidad absoluta: la fantasía.” S. Z.

En otro lugar de su artículo, Žižek dice: “Unicamente en el sueño uno se acerca a lo real, a esa Cosa traumática que es el objeto causa del deseo, es decir, solo en el sueño uno está al borde de la vigilia y se despierta justamente para poder continuar durmiendo, para evitar el encuentro con lo real.

Sorprendentemente, en el primer fragmento que hemos citado de su libro “El más sublime de los histéricos”, Editorial Paidós, 2013, Slavoj Žižek parece confundir las dos caras del objeto “a”: el objeto “a” como tapón fantasmático y el objeto “a” como falta o vacío en el Otro, causa real del deseo, tal como Lacan lo plantea en el Seminario XXI.

En primer lugar debo decir que la “fantasía” no es para Lacan la expresión más directa del objeto “a” en su dimensión real: sólo expresa de dicho objeto su vertiente obturadora. En segundo término, es preciso recordar que no es CUALQUIER SUEÑO el que vincula al sujeto con lo Real imposible lacaniano: ese acercamiento lo logran, por ejemplo, la “alucinación” (algo diferente al sueño) y el llamado “SUEÑO TRAUMÁTICO”, la PESADILLA.

Visualizo aquí el problema, la dificultad de aprehensión y la “complicatio” que representa la concepción lacaniana de lo Real en su polivalencia e indeterminación radicales, y máxime cuando se pretende realizar extrapolaciones de dicha categoría al campo de lo ideológico, de lo económico-político-social.

Lacan considera, en el mencionado Seminario XXI que: “Hay dos caras del “a” […] lo que del “a” SE IMAGINA y AQUELLO QUE ESCAPA para darnos su imagen”. (Citado por Mirta Berkoff  en su artículo "El truco del sentido en el fin del siglo", incluido en "Satisfacciones del síntoma", Editorial Paidós, 1997).

El mismo Žižek,  en varios lugares de su obra teórico-crítica, ha trabajado con pertinencia esa distinción del lacanismo, aunque en este particular contexto parece quizá enturbiarla por un cierto afán de innovación conceptual de corte filoneísta… A propósito, eso es algo que irrita a ciertos pensadores como Noam Chomsky… para quien el mismo Jacques Lacan carece de relevancia epistemológica...

Por su parte, la mencionada psicoanalista Mirta Berkoff, siguiendo a Lacan y a Miller, nos recuerda que el “a” es, simultáneamente, lo que “obtura o tapa” y lo que “se fuga o escapa”.

Para Lacan, esta cara obturadora del “a”, ligada al sentido, se presenta bajo la “escritura del fantasma o de la fantasía”. El sentido pensado como truco [velo de Maya] está del lado del tapón, del lado del fantasma y del sueño placentero. El “Yo” es sentido “coagulado”, “congelado”. (Mirta Berkoff, texto citado).

Quizá Žižek debería matizar más y sugerir, en este particular contexto, que la llamada “realidad”, como correlato del yo, está al servicio del DORMIR, no de la PESADILLA como amenaza de intromisión de lo Real incognoscible, de das Ding, de la Cosa freudiana, en la economía psíquica del sujeto.

La REALIDAD IDEOLÓGICA está del lado del SUEÑO PLACENTERO como homeostasis y evitación de lo Real-
conflictivo procedente de la EXTIMIDAD (alucinación, sueño traumático, encuentro contingente en la vigilia Tyché, decían los griegos: encuentro fallido, siempre indeterminado, no calculable, con lo Real... con la “felicidad”: eutiquia, o con la “desgracia”: distiquia ...). Real coincidente con el vacío radical y por venir de lo imprevisible y no programable: encuentro con el objeto fóbico… opacidad intratable de la MUERTE y el GOCE...

Con la categoría de “extimidad” Lacan intenta deconstruir la oposición metafísica “adentro/afuera”: lo real es indeterminado en su forma, en su contenido y en su procedencia. Escapa a lo imaginario y a toda formulación lógico-matemática o lingüística. En ese sentido, lo “real” de la ciencia no es igual a lo “Real” lacaniano, diferencia que Žižek parece olvidar en algunos contextos de su obra cuando persigue denodadamente la “metáfora epistemológica” que dé cuenta de lo profundamente "innovador" de su pensamiento crítico.

Recordamos que para Lacan, y esto es algo elemental en cierta fase de su pensamiento, Lo REAL no es lo mismo que la REALIDAD.

Como lo han señaldo Lacan, Miller, Debord, Braunstein, Aramburu, la fantasía, la función fantasmática, hipnotiza, histeriza, adormece, inmoviliza: refuerza la realidad como sueño… Valor pacificante del ESPECTÁCULO IDEOLÓGICO.

Como pregunta “retórica”, o más bien “estratégica”, que no espera respuestas apresuradas, inmediatas, ahora me interrogo: A pesar de todas las sutilezas y reales aportes teóricos de Žižek en su calidad de filósofo (no de psicoanalista), ¿no funcionaría su pensamiento crítico tan actual, su lectura y recuperación de cierto lacanismo “metamórfico”, como uno de los límites de seguridad “gnoseológica” más sofisticados, elaborados y “omniabarcantes” que se presentan hoy por hoy en el Discurso Universitario Postmoderno (Jacques Lacan y los Cuatro Discursos), en el contexto de la Gran Axiomática Capitalista Mutante y “por siempre” renovable?

En fin, Slavoj Žižek:  ¿Nuevo lacaniano Sujet Supposé Savoir, mero brillo socrático del AGALMA en la TRANSFERENCIA IMAGINARIA, resplandor previo al advenimiento del “a” como real causa del deseo?...

Me cito y me disculpo: “Es preciso resaltar aquí, —ante la fórmula de la fantasía perversa (a ◊ $), fórmula que parece otorgar al sujeto perverso actuando en el lugar de agente, la misma posición estructural que asume el analista en la transferencia—, que si dicho analista ‘hace semblante’ del objeto ‘a’, no se identifica completamente con dicho objeto en su vertiente obturadora, como lo efectúa el perverso, cuya voluntad de goce (Lacan), lo hace considerarse a sí mismo como un objeto plenipotenciario imprescindible para generar el goce absoluto del otro en tanto que figura sometida, escindida subjetivamente ($), situada en el lugar del masoquismo y finalmente torturada y eviscerada. Recordemos el llamado "doble rostro" del objeto 'a' en el pensamiento de Lacan: por un lado, el 'a' como tapón, como obturador imaginario de la carencia, como lethosa-gadget disponible, y, por el otro, el objeto 'a' como lo que se escapa a la especularización de la falta, como objeto real causa del deseo y vacío de la falta en el Otro barrado.

El analista hace semblante del objeto 'a' en su modalidad de fuga metonímica, hueco y vacío de lo real. Con ello promueve en el analizado, finalmente, el atravesamiento del fantasma... y/o... el 'saber hacer allí con' (savoir-y-faire avec: resolver o arreglárselas con) elsinthome. Una suerte de ir más allá del 'padre' y de cierta modalidad de relación con el semblante, después de servirse de ellos. Identificación con el sinthome... con lo Incurable del goce acotado y singular específico de cada sujeto, cuando el Deseo ya no aspira sino a lo Real imposible...”. Armando Almánzar-Botello. PSICOSIS BAJO TRANSFERENCIA (Breve fragmento). Glosando a Lacan-Broca- Miller... 
http://tambordegriot.blogspot.com/2013/03/psicosis-bajo-transferencia-breve.html



© Armando Almánzar-Botello
Santo Domingo, República Dominicana.



SLAVOJ ŽIŽEK. "Sueño de mariposa" (Fragmento de su obra "El más sublime de los histéricos").

ARMANDO ALMÁNZAR-BOTELLO. "¿Hay sueño en la vigilia y/o vigilia en el sueño?"


ADENDA. 

DISCUSIÓN EN FACEBOOK. 20 de octubre de 2013.


    Danny Alfonso Rodríguez Abreu: Una pregunta, para ver si comprendi algo. Si me lo permite. ¿Žižek confunde las dos caras del objeto porque según él, en el sueño, uno se acerca a lo real, y trata de evitarlo?

    Armando Almánzar-Botello: Supongo, sin afirmarlo categóricamente, que Slavoj Žižek parece desdibujar las dos vertientes del objeto "a" en este contexto específico, cuando dice: "El sujeto dispone, a pesar de todo, de un modo de dar consistencia a su identidad más allá de los títulos, las referencias que lo sitúan en la red simbólica universal, una manera de Ser-ahí en su carácter “patológico”, en su particularidad absoluta: la fantasía." Pero en la fantasía opera más bien la dimensión obturadora del objeto metonímico "a" ($ ◊ a), y donde realmente funciona la vertiente de fuga que permite ligar dicho objeto con lo Real como vacío es en la fórmula S (A), con el A (Autre: Otro) tachado ( / ): significante de la falta del Otro. El objeto "a" como objeto fantasmático por medio del cual el sujeto “se aferra a alguna raíz de su identidad” (Žižek), pertenece al registro del sentido (sinn), a entender como tapón del objeto perdido, asordinado y "mortificado" (Lacan) por el significante-letra; sentido obturador de das Ding, de la Cosa Freudiana como sinsentido de lo Real.

    Dice Slavoj Žižek: "En ese sueño que llamamos la “realidad” sociosimbólica, él es Chuang Tzu, pero en lo real de su deseo es la mariposa; todo su Dasein, su existencia, consiste en “ser la mariposa”. (Cierro la cita). 

    No obstante cualquier otra posible interpretación del texto mismo de Lacan, entiendo que en el régimen escópico lacaniano podemos decir que más que la imagen misma de la mariposa del sueño de Chuang Tzu (vertiente obturadora del "a": pantalla-señuelo en el plano imaginario y fantasmático), la "mirada" de Chuang Tzu y el vacío de la castración que se insinúa por detrás de la mariposa, son los únicos elementos pertenecientes al registro de lo real...(vertiente de fuga del "a"). El soñante mira, pero no ve, como dijo Jacques Lacan en "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis". El ver es un “mirarse mirando”, y esto sólo lo puede hacer la consciencia reflexiva de la vigilia, en la cual, aquella función atópica de la mirada –luz, mancha, errancia, hendidura, objeto pulsátil en la sombra y estructural desposeimiento–, queda parcialmente elidida: vertiente de fuga del objeto "a". Las imágenes y sonidos del sueño son el 'dar-a-ver' originario de un Ello impersonal que simplemente "muestra", para una pura mirada o escucha "mental" flotante que resulta ser la del sujeto vacío que sueña.

    Por eso digo al final de mi nota, y esto lo dice y reconoce el mismo Žižek en otros contextos de su obra:

    "El analista hace semblante del objeto 'a' en su modalidad de FUGA metonímica, hueco y vacío de lo real. Con ello promueve en el analizado, finalmente, el atravesamiento del fantasma... y/o... el 'saber hacer allí con' (savoir-y-faire avec: resolver o arreglárselas con) el sinthome. Una suerte de ir más allá del 'padre' y de cierta modalidad de relación con el semblante, después de servirse de ellos. Identificación con el sinthome... con lo Incurable del goce acotado y singular específico de cada sujeto, cuando el Deseo ya no aspira sino a lo Real imposible...". (Cierro mi propia cita). 

    En su texto en cuestión Žižek parece mantener la dimensión de lo Real ligada exclusivamente al FANTASMA y al SUEÑO entendido en sentido general, no como PESADILLA: ("...la mariposa es el objeto que constituye el marco, el esqueleto de su identidad fantasmática... [Chuang Tzu] en lo real de su deseo es la mariposa; todo su Dasein, su existencia, consiste en “ser la mariposa": (Žižek).

    Evidentemente parece existir aquí una final imposición de la fantasía y no su ATRAVESAMIENTO lacaniano... Eso percibo... 

    Eli Quezada: ("El ver es un “mirarse mirando”...) De modo que el soñante percibe el sueño como una holografía, está pero no es parte, no se siente parte de???... muy interesante, como siempre.

    Sueño mucho, bastante, diría que tengo una vida real, y otras, en sueños, muchas veces, sueños premonitorios, entre algunos ejemplos, fui del grupo de personas que soñaron con un avión traspasando un edificio, claro, meses más tarde pasa lo del 2001. Bueno, y otros menos traumáticos. A veces me he preguntado si tenemos vidas paralelas, los seres humanos, que no logramos descubrir o, si estando en vigilia, como dices, soñamos, y cuando soñamos enfrentamos lo real. AMIGO este tema me apasiona. 

    Danny Alfonso Rodríguez Abreu: Perdone nuevamente, pero sigo sin entender. No puedo atravesar la primera intervencion, en donde señala que en la fantasía "opera mas bien la dimension obturadora del objeto metonimico "a", y donde realmente funciona la vertiente de fuga que permite ligar dicho objeto con lo Real como vacio es en la formula S(A)." Me quedo estancado ahí, porque me parece que segun esta óptica el objeto metonímico "a" no se intersecta con lo Real. Es como decir que el único objeto que se intersecta con lo Real es el gran Otro, pero no el pequeño. No sé si eso es lo que quizo decir, quizás usted pueda ayudarme con esto para que yo pueda avanzar.

    Armando Almánzar-Botello: El objeto "a", como causa del deseo, es indudablemente Real desde el punto de vista del psicoanálisis lacaniano; como elemento tapón en la fantasía es imaginario, es lo que viene en lugar del vacío, de la falta: "Lo poco de real que sabemos estriba en el agujero", en la falta, en la hiancia; ese vacío de lo real se tapa con lo imaginario. A propósito de las dos caras del objeto "a": «El "a" se imagina con lo que se puede, con lo que se chupa, con lo que se caga, con lo que hace la mirada y después la voz».. El objeto pequeño "a" se despliega entonces en un doble registro: revelación de la falta en el Otro (vertiente real de fuga y castración) y la carencia taponada, tal como aparece en el proceso de la significación (vertiente imaginaria que intenta obturar la falta mediante el recurso al sentido y al saber).

    He aquí un pasaje de Slavoj Žižek en el que sí se percibe claramente el papel obturador de la fantasía, la vertiente "taponadora" de su objeto (pantalla-señuelo en el registro de lo imaginario fantasmático), en contraposición a la fuga del sentido que implica el atravesamiento del fantasma para situarnos frente al objeto "a", entendido como vacío de la castración, como falta en el Otro y abocamiento a la pulsión: «...la función de la fantasía consiste en llenar la abertura en el otro, encubrir su incongruencia –como por ejemplo la presencia fascinante de algún argumento sexual que sirva de pantalla para cubrir la imposibilidad de la relación sexual. La fantasía encubre el hecho de que el Otro, el orden simbólico, está estructurado en torno a alguna imposibilidad traumática, en torno a algo que no puede ser simbolizado –es decir, lo real de la jouissance: a través de la fantasía, la jouissance se domestica, se "gentrifica"– de modo que, ¿qué pasa con el deseo después de que atravesamos la fantasía? La respuesta de Lacan, en las últimas páginas del Seminario XI, es "pulsión", en último término 'la pulsión de muerte': "más allá de la fantasía" ya no hay anhelo ni ningún otro ni ningún otro fenómeno sublime afín, "más allá de la fantasía" encontramos sólo pulsión, su pulsación en torno al "sinthome". "Atravesar la fantasía" es por lo tanto estrictamente correlativo a la identificación con un sinthome.». Slavoj Žižek. "El sublime objeto de la ideología". Siglo XXI Editores, Argentina, 2003, páginas 169 y 170.

    Por su parte, Jacques Lacan nos dice en 1964, en esas últimas páginas del Seminario XI –y he aquí parte de la genealogía del pensamiento de Slavoj Zizek en torno esta problemática–: «…Quiero decir que la operación y la maniobra de la transferencia hay que regularlas de un modo que mantenga la distancia entre el punto desde donde el sujeto se ve amable y ese otro punto donde el sujeto se ve causado como carencia por “a” y donde “a” viene a tapar la hiancia que constituye la división inaugural del sujeto. La “a” minúscula nunca franquea esa hiancia. Remítanse al término más característico captando la función propia del objeto “a” en la mirada. Ese “a” se presenta precisamente, en el campo del espejismo de la función narcisista del deseo, como el objeto “inengullible”, por así decirlo, que queda atravesado en la garganta del significante. Es en ese punto de carencia donde el sujeto tiene que reconocerse. (…) Después de la localización del sujeto con respecto al “a”, la experiencia de la fantasía fundamental se convierte en pulsión. ¿En qué se convierte entonces el que ha pasado por la experiencia de esta relación opaca con el origen, con la pulsión? ¿Cómo puede vivir la pulsión un sujeto que ha atravesado la fantasía radical? Esto es el más allá del análisis y nunca ha sido abordado. Hasta ahora sólo es abordable a nivel del analista, por cuanto se le exigiría precisamente el haber atravesado en su totalidad el ciclo de la experiencia analítica. (…) [Hay] algo profundamente enmascarado en la crítica de la historia que hemos vivido. Se trata, presentificando las formas más monstruosas y pretendidamente superadas del holocausto, del drama del nazismo. Sostengo que ningún sentido de la historia, basado en premisas hegeliano-marxistas, es capaz de dar cuenta de ese resurgimiento, por el que se revela que la ofrenda a los dioses oscuros de un objeto de sacrificio es algo a lo que pocos sujetos pueden no sucumbir, en una monstruosa captura.». Jacques Lacan. "Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis". Barral Editores, 1974, páginas 273, 274, 276, 277, 278.

    Algo muy importante, además. Cuidado cuando dices: "Me quedo estancado ahí, porque me parece que segun esta óptica el objeto metonímico "a" no se intersecta con lo Real. Es como decir que el único objeto que se intersecta con lo Real es el gran Otro, pero no el pequeño."... (Cierro la cita). 

    ¡Cuidado! No hablo del gran Otro sino, del Otro tachado, barrado, y del significante de la falta en el gran Otro; falta REAL que constituye una de las vertientes del objeto metonímico "a". Por otra parte, aunque en un principio Lacan no realizó un deslinde neto entre ambas categorías, el pequeño otro (otro imaginario distinto del gran Otro simbólico, a entender como sede del código, garante de la verdad, tesoro del significante, etc.), no es el objeto pequeño "a"... Lacan relaciona luego al pequeño otro imaginario, –para diferenciarlo del objeto pequeño "a" como objeto metonímico vinculado a los objetos parciales (mirada, voz, pecho y excremento)–, con lo que concibe como "imagen especular": i(a)

    Danny Alfonso Rodríguez Abreu: Bueno, ya entendí; la crítica puede realizarse en base al absolutismo de Žižek en torno al uso erróneo del concepto UNICAMENTE. Quizás la cita en inglés aclare un poco mejor las cosas.

    Armando Almánzar-Botello: Es cuestión de ritmo...

    Danny Alfonso Rodríguez Abreu: y de amor

    Armando Almánzar-Botello: sí, de amor... pero "descarnado, sin objeto, absoluto, sin límites, sin espejismos de armonía o completud, fuera de la ley...". Néstor A. Braunstein. GOCE. Siglo XXI, 1995, página 244.



    © Armando Almánzar-Botello
    Santo Domingo, República Dominicana.

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